*Recapitulando*
-¿Estas sugiriendo que Sandy podría estar viva?-Elevo una ceja.
-Bueno, podríamos ir a
comprobarlo.-Carraspea, moviendo la cuchara de la taza de un lado a otro.-Ya sabes…
-Oh no.-Niego.-Me niego en
rotundo a profanar tumbas, que no vamos, ¿y si se entera Justin? No, enserio.
-Entonces nunca sabremos la
verdad.-Dice.-Vamos Vanessa, por favor.
Miro a mí alrededor, buscando
alguna respuesta de algún sitio, algo que me ayudase a decidirme. Al final miro
a mi amiga, con los ojos brillosos.
Capítulo 36.- {Let me love you}
Maratón.
Después de pagar lo que hemos
tomado e investigar varias cosas más nos ponemos en marcha al cementerio donde
supuestamente allí tendría que estar la tumba de Sandy, no me puedo creer que
esté haciendo esto. Tenemos que conducir por varias horas porque el cementerio
a donde tenemos que ir no se encuentra aquí en Seattle sino en otro pueblo algo
lejano de aquí. Cuando llegamos, todo está completamente solitario y un frio
helado me sacude todo el cuerpo. Suspiro, ahora mismo no tendría que estar aquí.
-Vamos, relájate.-Susurra Debi
mientras entramos.
La puerta alta de rejas negras
con la pintura entreabierta está algo deteriorada y totalmente desencaja
con lo cual podemos abrirla con bastante facilidad. A estas horas tendría que
estar abierto para el público pero para nuestra suerte, por causas desconocidas
hoy no podían abrir. Y tampoco sabía cómo nosotras íbamos a destapar una tumba,
pero bueno. Pasamos hacia adentro donde todo está consumido en el más
profundo silencio, no me puedo creer esto ni aun. Comenzamos a revisar todas y
cada una de las tumbas que hay en el cementerio una por una, pero hay tantas
que nos podríamos tirar aquí dos días enteros buscando porque hay fechas
incluso de los años 1.800.
-Esto está mal.-Le digo a mi
amiga agarrándola del brazo.
-Cállate.-Rueda los ojos.
-Si Justin se entera me odiará,
no querrá verme nunca más.
-Pues no le digas nada.-Eleva sus
hombros.-Mira para ir más rápido vamos a separarnos ¿sí? tu ve por la allí y yo
por la derecha, nos encontramos arriba.
-Bien.-Asiento.
Coloco bien mi bolso en el brazo
y voy hacia donde me ha indicado, empezando por abajo del todo dónde no
encuentro nada, cada vez voy subiendo poco a poco revisando cada uno de los
nombres de toda la gente que hay pero ninguno con el nombre u apellidos de
Sandy. Mi móvil comienza a vibrar del interior de mi bolso.
-¿Si?-Pregunto en voz baja.
-Lo encontré.-Responde mi amiga
por el teléfono.-Ve todo recto hacia arriba y luego a la derecha.
Y cuelga, enseguida me encamino
siguiendo sus indicaciones perfectamente, hasta que por fin me la encuentro
sacando un montón de cosas extrañas. Ahora mismo tengo la piel de gallina, no
me puedo creer esto joder, yo no soy así.
-Ayúdame, venga.-Me anima mi
amiga.
-Debi esto no está bien.-Digo mordiéndome
el labio inferior.-Vámonos, no quiero hacerlo.
Por el rabillo del ojo, veo una
extraña sombra cruzar de una punta a otra que me congela la sangre, esto ha
sido un tremendo error.
-Por favor.-Le pido moviendo mis
piernas ante el nerviosismo.-Además creo que hay alguien.
-¿Estás segura?-Mira de un lado a
otro.-Bueno, como quieras tía.
-Gracias.-Dejo caer mi respiración
que he estado aguantando. Durante varios minutos.
Le ayudo a recoger todas las
herramientas que ha sacado para abrir la tumba y una vez guardado todo salimos
lo más rápido que podemos del cementerio, la puerta que habíamos dejado cerrada
ahora estaba abierta con lo cual eso significaba que alguien había entrado, lo sabía
y ese sentimiento no me agradaba en absoluto. A lo mejor nos habían visto o
posiblemente el guarda hubiera oído ruidos y se hubiera acercado, pero nos habría
preguntado que qué hacíamos, menudo lio. Afuera el coche de Debi nos está
esperando justo enfrente así que enseguida montamos en el y nos alejamos del
cementerio. Por la ventanilla puedo ver como poco a poco aquel sitio se va
haciendo más diminuto hasta el punto de que se esconde entre los arboles ocultándose
por completo. Vuelvo a colocarme bien el coche y saco el móvil marcando el móvil
de Justin.
-¿Cómo vas preciosa?-Pregunta en cuanto
lo coge.-Te echo de menos.
-Y yo.-Rio, pues a penas llevábamos
separados varias horas.-Estoy yendo para casa, en una hora más o menos estaré allí.
-¿Tanto?-Exclama.- ¿Dónde habéis
ido?
-No es mucho.-Respondo ignorando
su última pregunta.-Nos vemos, te quiero.
-Más.
Y cuelgo el teléfono con una gran
sonrisa en la cara, aunque con el pecho lleno de culpabilidad. Impossible de
James Arthur suena en el reproductor de música que tiene el coche y amo esa canción,
así que me paso todo el trayecto cantándola. Cuanto antes olvidara que había
ido a abrir el sepulcro de Sandy muchísimo mejor. Al cabo de un poco
menos de una hora conseguimos llegar hasta la puerta del Starbucks donde en un
principio habíamos quedado, bajamos del coche.
-¿Seguro que no quieres que te
lleve hasta la casa de Melanie?-pregunta.
-No.-Niego, puesto que esa casa
ahora solo era cenizas.-Iré a pie no te preocupes.
-Bueno.-Asiente.-Un placer haber
estado contigo, te echaba de menos.
-Lo mismo digo.-Me acerco a ella
para abrazarla.-Ya nos vemos.
-Si.-Sonríe.- ¡Bye!
-¡Chao!
Vuelve a adentrarse en el coche y
espero a que este se ponga en marcha para segundos más tarde marcharme hacia el
hotel de nuevo usando mis cansados pies, suerte que no me había puesto tacones
porque si no ahora mismo tendría que estar caminando descalza. El hotel no
pilla muy lejos aunque si lo suficiente como para que entre por la puerta de la
habitación agotada, como si hubiese corrido una maratón. Justin está allí
jugando a la play con los chicos y al verme tira el mando a un lado de la cama
para correr hacia mí. Agarra mi cintura fuertemente para atraerme hacia él y
besarme.
-¡wow!-Exclamo separandome.-Yo
tambien te he hechado de menos. Hola chicos.
-¿Que hay?-Saludan todos a la
vez.
-Fuera todos.-Ordena, Vanessa y
yo tenemos cosas que hacer.
Le miro a Justin encarnando una
ceja, ¿enserio? ¿O solo decía eso para que se marchasen? que yo supiese no teníamos
nada. Un rubor se extiende a lo largo de mis mejillas tornándolas de un color
rojizo mientras los amigos de mi novio comienzan a salir uno a uno por la
puerta, palmeándome el hombro cuando pasan por mi lado.
---------------------------------------------------------------------------
PARA SEGUIR LEYENDO EL SIGUIENTE CAPITULO DE LA MARATÓN HAZ CLICK AQUI:
http://nuncatedejareirjustin.blogspot.com/2013/10/capitulo-37-let-me-love-you-maraton.html
PARA SEGUIR LEYENDO EL SIGUIENTE CAPITULO DE LA MARATÓN HAZ CLICK AQUI:
http://nuncatedejareirjustin.blogspot.com/2013/10/capitulo-37-let-me-love-you-maraton.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario