*Recapitulando*
Casi
cuando está acabando la película recibo un mensaje en mi móvil, lo agarro sin
moverme mucho de mi posición, pues los brazos de Justin me dificultan la
movilidad y lo leo.
"He
encontrado el expediente de Sandy, la ex novia de Justin. Recuerdo que me
dijiste que murió pero hay algo que no encaja, te lo mostraré mañana. Es serio."
Capítulo
35.- {Let me love you}
Al día
siguiente, cuando despierto Justin ya está levantado y completamente vestido
con ropa formal. Como está sentado de espaldas a mí en la punta de la cama me
acerco hasta él gateando silenciosamente y una vez que llego a donde he querido
elevo mis brazos rodeándole por el cuello. Ladeo mi cabeza dándole un beso en
su mejilla.
-Buenos días.-Murmuro.-
¿Qué haces?
-Pensar.-Suspira.-Hoy
te vas con tu amiga ¿no?
-Sip.-Asiento.-
¿Qué vas a hacer tu?
-No lo sé.-Eleva sus hombros.-Estaré con los chicos jugando la play.
No sé por qué pero noto algo raro en él, y una parte de mí desea
saberlo pero no quiero preguntar. Con sólo una camiseta puesta que Justin me había
prestado anoche me levanto de la cama y corro hasta la maleta para preparar lo
que me iba a poner hoy. Estaba nerviosa de lo que mi amiga Debi me tenía que
contar sobre Sandy. Después de desayunar un vaso de leche me encierro en el
cuarto de baño para maquillarme un poco aunque no mucho y vestirme
adecuadamente:
Luego para cuando salgo Justin se ha encargado de hacer la cama y recoger todo un poco, ahora estaba viendo algo en su móvil que desde aquí no podía saber. Voy hacia mi bolso para coger algo de dinero y para mi sorpresa no había nada. Entrecierro los ojos. Súper bien.
-Mi cartera está sobre la mesa.-Musita.-Coge lo que quieras.
-Me las apañaré.-Digo.-Ya te estás gastando bastante dinero con el
hotel.
Rebusco entre mis jeans, bolsos y carteras hasta que consigo un par de
billetes junto con varias monedas, lo justo para pagar un café. Miro el reloj
que cuelga de la habitación, llego tarde como siempre. Agarro el bolso que me
voy a llevar y me acerco a Justin.
-Nos vemos luego.-Agarro el cuello de su camiseta para atraerlo hacia mí
y plantarle un casto beso en los labios.-Te quiero.
-Te quiero.-Muerde mi labio inferior.
Nos separamos y a rápidos pasos desciendo por las escaleras del hotel
hasta la puerta principal donde me encuentro con varias chicas en tiendas de
campaña, sentadas justo en la entrada. Al verme es como si hubieran visto al mismísimo
Dios y corriendo gritando se acercan a mí.
-¿Está Justin allí dentro?-Pregunta una chica de pelo moreno.
-No, lo siento.-Miento.
-¿Y tú sabes dónde está?-Habla su otra amiga rubia con mechas
rosas.-Tengo una carta para él ¿podrías dársela? Por favor, estamos aquí desde
anoche.
Veo como a las dos muchachas se les empiezan a caer lágrimas de los
ojos, cada vez más y no puedo evitar sentir un pinchazo de culpa en mi interior
por haberles mentido. Recojo las dos cartas que tiene cada una en sus manos.
-Disculpadme un momento.-Les digo.
Aun sabiendo que llegaba tarde, vuelvo hacia arriba hasta la habitación
sesenta y nueve donde está Justin aun en la misma posición en la que le había abandonado
hacia varios minutos.
-Necesito que te asomes a la ventana ahora.-Le pido.-Toma, léelas ahora
cuando puedas.
Le tiendo las cartas apresuradamente.
-¿Qué ocurre?-Frunce el ceño.
-Tus beliebers.-Respondo.-Llego tarde, adiós.
Ni siquiera le doy un beso para despedirme, porque posiblemente ahora
mismo Débora debe estar subiéndose por las paredes al ver que no llego, incluso
pensando que se me había olvidado. Para cuando bajo las dos chicas están
saludando a Justin totalmente histéricas, en cuanto me ven corren hacia mí para
darme las gracias y mi novio aprovecha para adentrarse de nuevo a la habitación
cerrando la ventana.
-¡Muchísimas gracias!-Exclama.
-No es nada.-Sonrío ladeando la cabeza.-Por favor, no digáis a más
gente que Justin está alojado aquí, necesita un poco de privacidad.
-Está bien.-Asiente la rubia.-Por favor, sabemos que algo anda muy mal
y no queremos que le pase nada a Justin, cuida de él, tienes mi mundo en tus
manos.
-Por supuesto.-Respondo abrazándolas a cada una.-Con mi vida, muchas
gracias. ¡Adiós preciosas!
Las muchachas simpáticas me dejan marchar, así que salgo corriendo
esquivando a toda la gente que se interpone en mi camino hasta que por
fin, llego al Starbucks donde mi
enfadada amiga me está esperando con los brazos cruzados sentada en un portal.
Al verme corre hacia mi vestida con un atuendo que a cualquier chico se le caería
la baba pero que en cambio si yo lo llevase alejaría a todos los chicos, porque
solo ella sabía vestirlo con estilo:
-¡Media hora!-Exclama.- ¿Sabes que no llevo móvil y no tenía nada con
que matar la espera? Casi muero, he tenido que dar dos vueltas a la manzana
encontrando aparcamiento.
-Lo siento.-Me disculpo.-He tenido que resolver un asunto con unas
chicas y aparte me he levantado más tarde, estaba cansada.
-Uh, ¿y eso por qué? ¿Qué hiciste con Justin anoche?-Arquea una ceja mirándome
de lado.
-¡Hey!-Le pego en el hombro riendo.-Anda, vamos adentro.
-Sí, mejor.-Carcajea.
Haciéndome a un lado, camino hasta la puerta y entramos en el local que
está bastante lleno de gente. Nos sentamos en la mesa más apartada de la gente
que se encuentra en un rincón pegada a la cristalera y al momento mi amiga
comienza a sacar carpetas y papeles extendiéndolos por toda la mesa.
-Bien.-Suspira.-Estuve como dos días enteros buscando información sobre
Sandy, encontré cosas totalmente disparatadas y bueno, Kian accedió a todo su
historial. Amalo por eso, pero no más que yo.
-Sólo enséñamelo.-Pongo mis ojos en blanco.
Mientras prepara todas las cosas, una camarera se acerca a nosotras
para atendernos y las dos optamos por un sencillo café pues más bien hemos
quedado para hablar sobre el tema de Sandy. Debi abre la primera carpeta, con varias
fotos de ella de pequeña en una casa más o menos normal aunque algo estropeada,
posiblemente ahí tendría que tener unos siete u ocho años. Luego me pasa varios
documentos médicos pero no veo nada extraño raro en ello.
-¿Qué quieres decirme con esto?-Le devuelvo todo los papeles.
-Pues que.-Se rasca la cabeza, recogiendo el café que la camarera nos
ha traído. Cuando se marcha continua la conversación.-Todo empieza a partir de
los seis años, de los años anteriores no hay nada más y luego mira esto.
De su bolso extrae un documento que a saber de dónde y cómo lo habrá
conseguido, esto seguramente era incluso legal. De todos modos lo leo pero no
hay nada fuera de lo común, vuelvo a mirarla arrugando la frente.
-¡Pareces tonta!-Exclama.- ¿No viste? No hay nada que hable sobre su muerte,
en estos papeles tendría que estar pero no.
-¿Estas sugiriendo que Sandy podría estar viva?-Elevo una ceja.
-Bueno, podríamos ir a comprobarlo.-Carraspea, moviendo la cuchara de
la taza de un lado a otro.-Ya sabes…
-Oh no.-Niego.-Me niego en rotundo a profanar tumbas, que no vamos, ¿y
si se entera Justin? No, enserio.
-Entonces nunca sabremos la verdad.-Dice.-Vamos Vanessa, por favor.
Miro a mi alrededor, buscando alguna respuesta de algún sitio, algo que
me ayudase a decidirme. Al final miro a mi amiga, con los ojos brillosos.
-Está bien.-Digo, aunque sé que está mal.
----------------------------------------------------
PARA SEGUIR LEYENDO EL SIGUIENTE CAPITULO DE LA MARATÓN HAZ CLICK AQUI:
http://nuncatedejareirjustin.blogspot.com.es/2013/10/capitulo-36-let-me-love-you-maraton.html
http://nuncatedejareirjustin.blogspot.com.es/2013/10/capitulo-36-let-me-love-you-maraton.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario