Personas que sueñan conmigo:

29 de noviembre de 2013

Capitulo 46.-{Let me love you}

RT AQUI PARA EL CAPITULO POR FAVOR, ES PARA SABER YO QUIEN LEE LA NOVELA Y SI MERECE LA PENA SEGUIRLA, CADA CAPITULO ES UN RT DISTINTO:
*Recapitulando*
 -Vanessa, nos están persiguiendo.-Dice Gabe mirando hacia atrás mientras corre lo más deprisa que puede. -¿Qué hacemos?-Exclamo intentando controlar mi respiración...- ¿Van armados?
Y a Gabe no le da tiempo a responderme, una bala impacta en su cabeza haciendo diana y seguidamente se desploma al suelo sin darle tiempo a decir ni una sola palabra.
Capitulo 46.-{Let me love you}
 Suelto un grito ahogado, rápidamente reacciono agachándome a su lado untándome las manos de sangre. Intento reanimarlo, pero ha recibido un tiro en la cabeza. Estaba muerto y no había ninguna forma de arreglar aquello, el chico había intentado ayudarme, sacarme de aquí, y lo habían matado por mi culpa. ¿Y su hubiera llegado a ser Justin? dejo escapar un sollozo, pero no puedo quedarme ahí tirada más tiempo del que ya he estado, están disparando. Me agacho hacia Gabe y busco entre sus bolsillos rápidamente hasta que encuentro las llaves de su coche. Rápidamente hecho a correr adentrándome entre los árboles, para que sea más difícil dar en el blanco y dispararme. Gabe dijo que el coche estaba por aquí, así que comienzo a buscarlo pero el sol cada vez está más escondido impidiéndome la perfecta visión y claridad. Finalmente, lo encuentro a lo lejos aparcado y corro hasta él lo más rápido que puedo. Una bala me roza el brazo haciéndome una pequeña raja en la camiseta. 
-¡Te cogeré!-Grita un tipo disparando de nuevo.
Esta vez acierta, dándome en la pierna. Me caigo al suelo pero enseguida me levanto, tengo el coche a dos pasos y no puedo quedarme ahora aquí para que me cojan y  me maten  o vete a saber qué porque estaba segura de que Andrew no me daría una muerte rápida sin sufrimiento. Me adentro en el coche y meto las llaves para arrancarlo, pero este simplemente hace un pequeño ruido y no echa a andar, vuelvo a probar obteniendo el mismo resultado. Los tipos están muy cerca.
 -¡Joder!-Grito golpeando el volante.- ¡Funciona joder!
Comienzo a darle golpes y patadas al coche en vano, veo como cada vez estos tipos están más cerca. Grito aun sabiendo que eso no va a solucionar nada. Vuelvo a introducir la llave del vehículo haciéndola girar pero nada. Tengo que bajarme y salir corriendo ya si no quiero que me cojan, son cuatro hombres contra mí, ellos iban armados y yo no, sabia quien ganaría. Aún con la pierna sangrando, manchándome todo el pantalón, bajo del coche y comienzo a correr. El dolor es insoportable, no sabía a donde dirigirme pero lo que tenía claro era que debía de buscar un escondite. Alguien tira de mi camiseta empujándome hacia el suelo, y luego levantándome hacia arriba.
-Te gusta jugar ¿no?-Murmura un tipo riéndose.-A nosotros también.
Los otros demás hombres llegan hasta nuestra altura rodeándonos y algunos, encendiéndose un cigarro. Grito, grito el nombre de Justin como si él pudiera oírme cuando lo más probable es que lo único que desee ahora mismo sea odiarme por haberle dejado de tal forma.
-Andrew quiere que la llevemos a la cabaña.-Anuncia un chico.
-¿Ya?-Pregunta el tipo que me sujeta del pelo.-Dijo que podríamos divertirnos con ella, ¡es un mentiroso! 
Me sacude sin consideración de un lado a otro enfadado, pero sus amigos le calman explicándole que no hay tiempo. ¿Tiempo para qué? siento un fuerte pinchazo en la pierna cuando el hombre me suelta de golpe haciéndome caer al suelo. Luego me coge de nuevo para ponerme de pie delante de él.
-Camina, venga.-Ordena.
Y siento la punta de una pistola haciendo presión en mi espalda. Por mi bien, comienzo a andar a pesar del dolor, no sé dónde me llevan. Tras varios larguísimos minutos nos estacionamos frente a una pequeña caseta, por fuera parece una vivienda normal y corriente pero cuando entro, sólo es una sala con una silla y poco más. Andrew aparece del fondo de la sala oscura acercándose a mí. Manda a todos afuera.
-Se acabó tu tiempo preciosa.-Dice acariciando mi mejilla derecha.-De verdad, me ha encantado conocerte.
-Espera.-Exclamo a punto de que me dé un ataque.- ¿Qué? no, por favor.
-Oh si.-Asiente con la cabeza.-Te dejo a solas preciosa, tienes exactamente cincuenta y cinco minutos para que pienses acerca de todo lo que ha sido tu vida, después una bomba estallará y morirás. ¡Adiós!
Dicho todo eso como si nada, con una divertida sonrisa abre la puerta y antes de que yo llegue hasta él, la cierra poniéndole llave para que no pueda salir. Pero a pesar de ello comienzo a golpear insistente la puerta, a base de patadas, gritos y lágrimas. Rendida, empiezo a buscar una salida o la bomba para desconectar, pero mi pierna dificulta todo. Desesperada comienzo a llorar, no me lo puedo creer. Voy a morir y no puedo hacer absolutamente nada para hacerlo, voy a perder todo lo que tenía. Mis abuelos, Debi, Justin, Alfredo, los amigos de Justin...todos me perderán y yo les perderé a ellos. De nuevo, Biebs iba a perder a otra chica, era como si todo se volviese a repetir. Todo ese infierno. Mis lágrimas salen abundantes de mis ojos, me siento en el suelo con una pierna doblada para apoyar allí mi cabeza. Poco a poco empiezo a marearme por toda la sangre que mi pierna está perdiendo, y a los quince minutos ya hay una gran mancha en el suelo. Cierro los ojos fuertemente, quedaba media hora.
-No te preocupes.-Me digo a mi misma tranquilizándome.-Ahora es cuando el héroe de la película aparece y me rescata. El problema es que mi héroe estará odiándome en estos momentos.
Dejo soltar una risa leve. No hay ventanas por las que saltar ni nada para poder salir de aquí, además que esto estaba completamente alejado de todo, nadie me iba a oír si gritaba, sólo Andrew y sus amigos, y ellos solo se reirían. De repente, se escuchan varios ruidos cercanos a la casa como si fuesen disparos. A lo mejor es Justin, sí. Rápidamente me levanto del suelo con la pierna derecha suspendida en el aire y me quedo quieta en el sitio esperando a ver qué ocurre, pero sólo hay silencio.
-Posiblemente esté alucinando.-Me explico.
Pero de nuevo disparos, cada vez más notarios. Hasta que la puerta que Andrew había cerrado con candado comienza a temblar como si alguien la estuviera empujando o chochándose contra ella. Otra vez los disparos y ahora gritos. ¿Cuánto quedará para que la cuenta regresiva de la bomba llegue a cero? ¿Quince minutos? ¿Diez?
-¡Socorro!-Grito.- ¡Por favor!
Finalmente, la puerta se derriba y para mi sorpresa, Melanie está allí, con varios rasguños en su cara y una larga  y gruesa venda cubriéndole por debajo del pecho. Se acerca a mí apresuradamente.
-Tírate al suelo.-Ordena.
Y así lo hago sin remediar palabra alguna, no quiero buscarme más problemas de los que ya tengo de por sí. La pelirroja  se tiende a mi lado quitándose toda la venda que le cubre el costado, dejando ver una gran mancha roja. Abro los ojos de par en par sorprendida. Enseguida comienza a envolver la misma venda en mi pierna, cortándome la hemorragia para que parase de salir sangre.
-¿Qué haces?-Sollozo.-Para, te vas a desangrar.
-No seas idiota.-Rueda los ojos.-Quedan menos diez minutos para que esto explote.
Aprieta fuerte la venda y me levanta cogiéndome suavemente de la mano, poniendo una mueca de dolor. En sus ojos, veo reflejado el dolor.
-Está bien.-Asiento.-Vamos.
Hecho a correr sin soltarla, pero ella se suelta de mi agarre quedándose quieta en la esquina de la habitación. Me giro y comienza a llorar, como nunca antes la había visto, completamente vulnerable. Le hago un gesto con la cabeza desesperada por salir de aquí pero niega con la cabeza.
-Vete.-Dice.-Justin está esperándote afuera, hablé con él explicándole todo. No merezco seguir viviendo después de esto.
-No importa.-Exclamo ahogándome.-Sólo vámonos, por favor.
-Cinco minutos.-Dice sentándose en el suelo.-Date prisa.
Viendo que no podía convencerla, a pesar de intentarlo un par de veces, me marcho corriendo antes de que la casa explote y me alcance. A lo lejos veo un pequeño coche, pero no quiero acercarme por si fuese algún hombre que estaba vigilando la casa. Está anocheciendo por completo con lo cual no se ve nada y alguien me coge por detrás tapándome la boca para que no grite, me vuelve para quedarme frente a él y a pesar de la oscuridad, veo esos ojos miel brillantes.

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Pues hasta aqui el capitulo sielos mios, espero que os haya gustado y el final, ¿que os ha parecido? safahjn bueno, que estoy muy emocioná bc va a acabar pronto la novela, quedan menos de cinco capitulos y que no pensaba que tanta gente la leería, muchisimas gracias de verdad, os lo agradezco millones. Y otra cosa, dos amigas me han hecho un header de estos para la novela y me gustan los  dos, asi que os dejo que decidais vosotras, decidmelo por twitter o en un comentario aqui, si no pues le dais RT al link y ya, a ver:
Por favor, decidmelo, es muy importante ¿si? un besazo enorme!
PD: SI LEÍSTE EL CAPITULO NO TE OLVIDES DE DARLE RT AL LINK QUE HAY JUSTO DEBAJO DE LA IMAGEN DE ARRIBA DEL CAPITULO. GRACIAS.

24 de noviembre de 2013

Capitulo 45.-{Let me love you}

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https://twitter.com/ohdarlingbiebs/status/404624624689750016
*Recapitulando*
Le doy un apretón en el brazo y luego, doy media vuelta recogiendo las maletas que el conserje me tiende nada más verme. Me aseguro de que tengo el dinero que Andrew me pidió y luego tras comprobarlo, salgo del hotel, adentrándome en el taxi que me llevaría al aeropuerto, y de ahí a casa de mis abuelos. Ni siquiera sabía si iba a volver a Justin otra vez, tenía bastante claro que iba a morir.
Capitulo 45.-{Let me love you}
Cuando el avión aterriza, rápidamente cargada con todas las maletas me dirijo para pillar un taxi lo más rápido que puedo. Finalmente después de intentarlo consigo que un amable hombre aparque y me lleve hacia la casa de mis abuelos, queda un poco lejos así que me gasto algo del dinero que le robé a Justin. Mientras voy en el taxi reviso mi móvil, hay varias llamadas perdidas de Débora, otras tantas de Ryan y dos de Alfredo, decido ignorarlas absolutamente todas y apagar el móvil, apenas le quedaba batería y podría utilizarlo en caso de emergencia, aunque en realidad esto ya era una emergencia.  Cuando por fin llegamos a la pequeña casa de campo, le tiendo al señor treinta dólares dejándole con el cambio y me bajo rápidamente. Aparco las maletas a un lado entre los árboles, pero antes sin poder evitarlo saco el móvil, volviéndolo a encender. Y marco el número de Justin a pesar de que las lágrimas me nublan la vista. A los dos toques responde.
-¿Dónde estás?-Exclama.
-Justin.-Sollozo.-Lo siento, lo siento muchísimo.
 - No pasa nada, ¿vale?-Dice con voz calmada.-Sólo dime dónde estás.
-Estoy en...
Y se corta la llamada, miro la pantalla del móvil y eso como este tiene la pantalla negra. La batería. Dirijo la vista a la casa situada a escasos metros de mí y no puedo perder más tiempo, mi tiempo se agotaba. Limpio con la manga de mi sudadera y decido entrar. Esquivando las piedras y el sendero que lleva hasta la casa, por fin, llego hasta ella. Recuerdo que he cogido las llaves así que,  sin perder más tiempo meto la indicada en la cerradura abriendo la puerta.
-¿Abuela? ¿Abuelo?-pregunto en susurros.
Poco a poco me voy adentrando en la casa, todo está en sumo silencio y completamente a oscuras. Como puedo, voy guiándome por la pared hasta encontrar un interruptor, pero cuando todo uno las luces no se encienden. Genial. Habían cortado la luz. Chasqueo la lengua frustrada y oigo unos ruidos en el piso de arriba que se aproximan, pero no veo absolutamente nada. Me agacho despacio hasta quedar con las rodillas tocando el suelo.
Algo me roza el cuello, seguidamente siento una presión sobre mi espalda e intento alargar el brazo para coger algo que me sirva de protección o arma, pero no me da tiempo, recibo un golpe seco en la base de mi cabeza que me deja completamente aturdida. Mi vista comienza a ser nublada cuando todas las luces se prenden, sólo veo los pies de dos personas, unos tacones y zapatillas de deporte. Murmuran algo entre ellos que no logro entender del todo. Me pica la cabeza, siento un tremendo dolor en ella. Luego, varias personas me cogen en volandas llevándome a no sé dónde, solo sé que salimos afuera de la casa porque un frio helado me recorre todo el cuerpo, luego de nuevo calor y supongo que estoy en un coche. Después de eso, poco a poco voy perdiendo completamente el conocimiento.
*****
¿Dónde estoy? ¿Qué hora es? ¿Cuánto tiempo ha pasado? poco a poco, adaptando a mis ojos a la luz de donde me encuentro, los voy abriendo lentamente. Estoy en una sala, con las manos atadas con una cuerda, dejando marcas en mis muñecas untadas de sangre por la rozadura, y también mis tobillos están atados impidiéndome así la movilidad completa. La sala está completamente congelada. Hay una puerta en el otro extremo de dónde me encuentro así que rápidamente intento levantarme pero al estar atada no puedo, me caigo al suelo de boca. Justo en ese instante, aquella puerta se abre y entra un hombre junto a Melanie. Se acerca a mí y tirándome del pelo consigue ponerme de pie. Grito, me hace daño. Y recibo un puñetazo en la mandíbula.
-Cállate.-Ordena, y seguidamente ríe.-Lo siento preciosa, soy Andrew.
Se inclina hacia mi cuello expuesto sin perder el contacto visual y lentamente, posa sus labios sobre este dándole un mojado beso. En mi estómago todas las tripas se me revuelven, creo que voy a vomitar.
-Justin te va a matar.-Murmuro.
Ríe sobre mi cuello y hace presión en este, hasta que creo que me deja una marca violácea. Satisfecho se aparta y me suelta, haciéndome caer al suelo. El  móvil de Melanie comienza a sonar por toda la sala. No me puedo creer que ella este ahí viendo todo esto y no haya absolutamente nada.
-¿Quién es?-Pregunta Andrew mirando la pantalla.-Oh, es él, ya sabes lo que le tienes que decir.
Melanie asiente con la cabeza y saliendo por la puerta, comienza a hablar por el móvil. Estoy a solas con Andrew, se inclina de rodillas para poder estar a mi altura y seca varias lagrimas que caen por mis mejillas.
-¿Y mis abuelos?-Exclamo con voz temblorosa.
-Están bien.-Se encoje de hombros.-De viaje, ¿no lo sabias? 
Entonces, mis ojos se abren como platos. Ellos en ningún momento habían estado en peligro, estaban de vacaciones en las Bahamas celebrando sus cincuenta años de casados, lo olvide por completo.
 -Pero yo los oí.-Sollozo.
 -Fue muy fácil engañarte.
Comienza a reírse animadamente, mientras me coge de la camiseta arrastrándome por todo el suelo ignorando mis gritos. Me lleva hasta otra próxima sala donde hay varios muchachos fumando y jugando al billar, al verme todos se acercan a mí con una mirada maliciosa, pero Andrew hace un gesto que los para a todos. Melanie vuelve con otra chica.
-Bien, toda vuestra.-Dice Andrew soltándome del pelo.
Los hombres ríen, un chico algo joven, de unos diecisiete años aproximadamente se acerca a mi desatándome las cuerdas de mis manos y pies. Tengo la necesidad de darle las gracias pero sé que si ha hecho eso, no es para soltarme y dejarme libre.
-¿Tienes el dinero que Andrew te pidió?-Pregunta. Y asiento.- ¿Quieres que te ayude a salir de aquí?
Su voz es apenas un susurro, pero lo suficiente para oírle sin que los otros tipos se enteren. Pronuncio un "si" con los labios, la mirada de Melanie se clava en mí y en el chico, pero no se da cuenta de lo que me está diciendo.
-Si me das todo el dinero, te ayudo a salir.-Acuerda mirándome a los ojos.
-Primero ayúdame a salir.-Le respondo.
-Hey Gabe.-Exclama uno.- ¿Qué haces?
El muchacho, se levanta de enfrente de mi cogiéndome suavemente de la mano derecha. No debería confiar en él pero no tengo otra opción. Por lo que veo a través de la ventana he estado durmiendo casi un día entero pues el sol se está escondiendo, dejando todo oscuro.
-Me he pedido divertirme con ella primero.-Dice carcajeando.-Lo siento tíos.
Todos los presentes bufan, pero no dicen nada más. El muchacho, Gabe, agarra mi brazo y me guía hasta adentro, no debería de haberme fiado. Siento un nudo enorme en la garganta. Entramos en una habitación y Gabe cierra la puerta tras pasar, seguidamente corre hacia la cama que hay y la lleva arrastrando junto con un armario hasta la puerta, tapándola; enseguida corro hacia la otra punta del cuarto porque tengo miedo de que me haya mentido y solo quiera matarme. Se vuelve hacia mi quitándose varias gotas de sudor que caen por su frente. Trago saliva.
-Tranquila.-Me calma acercándose a mi.-Saldremos por esta ventana.
-Vale.-Respiro aliviada.
Se acerca y entre los dos intentamos abrirla pues está algo encajada, cuando lo conseguimos, descendemos poco a poco y en silencio. Menos mal que aún hay luz porque si no iba a ser muchísimo más difícil. Cuando tocamos el suelo, Gabe agarra mi brazo.
-Te he sacado del almacén.-Dice.-La mitad. Ahora.
Habla del dinero. Lo veo algo razonable así que saco el fajo de billetes de mi bolsillo y le tiendo trescientos dólares en la mano. Gabe se lo mete en el interior de su chaqueta de cuero y seguidamente, mirando hacia todos los lados asegurándose de que nadie nos está viendo o se ha dado cuenta pero estamos completamente solos.
-¿Qué hacemos?-Pregunto en un susurro.
-Correr.-Dice.-Vamos a por mi coche, está algo alejado de aquí.
Asiento y agarrada de su mano fuertemente, le sigo atravesando las piedra y toda la tierra que se ha convertido en barro tras haber llovido. O sé a dónde iremos, pero sé que estamos muy lejos de la casa de mis abuelos y sobre todo, de Justin. Hay montañas bastante cerca y por un momento pienso que eso sería un bien escondite, pero pronto nos encontrarían si no Andrew, Melanie o sus amigos aquellos.
-Vanessa, nos están persiguiendo.-Dice Gabe mirando hacia atrás mientras corre lo más deprisa que puede.
-¿Qué hacemos?-Exclamo intentando controlar mi respiración..- ¿Van armados?
Y a Gabe no le da tiempo a responderme, una bala impacta en su cabeza haciendo diana y seguidamente se desploma al suelo sin darle tiempo a decir ni una sola palabra.
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A partir de ahora, van a haber bastantes muertes sólo digo eso. Y ¿que os ha parecido el cap? sagfhsajk creo que ha quedado un poco corto, pero estoy liada con los examenes y tampoco tengo mucho tiempo. Bueno eso caraqueso, un besazo enorrme y espero que os haya gustado el cap, muchas gracias por leer.
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19 de noviembre de 2013

Capítulo 44. - {Let me love you}

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*Recapitulando*
-Haremos un trato, ¿Qué te parece preciosa?-Cuestiona.
-¿Cómo sé que no me mientes?-Pregunto con miedo.
Se escucha un silencio que me agobia por completo, seguidamente varios golpes como si algo de cayese al suelo o un impacto contra algo. Luego los gritos ahogados de mi abuela, a mi abuelo suplicando que no lo hagan. Después de eso silencio. Me tambaleo cayendo de rodillas al suelo.
-Tienes exactamente setenta y dos horas para venir a la casa de campo de tus abuelos queridos.-Carcajea.-De lo contrario los mataré a ellos y ten por seguro que mis hombres se encargarán de tu novio.
Capítulo 44. - {Let me love you} 
 Espero en silencio, pensando cualquier cosa para que este tipo me deje en paz, nos deje en paz. La llamada aún no ha finalizado y tengo miedo de que le pase algo a mis abuelos, o a Justin. Dejo escapar un sollozo.
-Si voy, promete que no le harás daño a Justin.-Ruego.
-Trato hecho.-Dejo caer un suspiro.-Sólo asegúrate de venir sola, me enterare si le cuentas esto a alguien y ya sabes que pasara.
Dejo soltar un leve "okay" puesto que no tengo otra opción posible. Y entonces Andrew corta la llamada. Me levanto del suelo mirándome en el espejo, mi nariz está roja y mis labios hinchados al igual que mis ojos a causa de todo el tiempo que llevo llorando. Con la toalla me limpio la cara, luego me doy maquillaje disimulando mi palidez y cuando creo que más o menos parezco alguien decente decido salir. Justin está sentado en el sofá viendo la televisión, ¿cuánto tiempo ha pasado? me mira.
-¿Quién era?-Pregunta.
-Una amiga.-Le miento elevando los hombros.
Quiero decirle lo que acaba de pasar, de verdad que quiero pero no puedo por el miedo de que les pueda pasar algo a mis abuelos, a Justin o a cualquier persona que me importase. Clavo mi vista en sus ojos, esta noche mientras duerma me marcharé y así no tendré que darle explicaciones de absolutamente nada. Le partiré el corazón pero a lo mejor si no moría podría contárselo todo, decirle que me fui para protegerle y él me perdonaría por haberle abandonado. Noto que estoy llorando y Justin también lo ve desde el sofá. Corriendo se levanta hacia mí y me envuelve con sus brazos fuertemente, estrechándome contra su cuerpo.
-Hey.-Susurra.- ¿Que ocurre nena?
Niego con la cabeza rompiendo a llorar, sosteniéndome en pie gracias a la fuerza de Justin. Odio todo esto.
-Estoy aquí ¿vale?-Anuncia besando mi frente.-Mírame.
Coge mi cara con sus dos manos suavemente, sin poner presión, y me dedica una leve sonrisa intentando contagiármela. Pero no lo consigue, sé que le voy a romper cuando mañana se levante y vea que no estoy, no vea ni mi ropa ni nada mío, y piense que le he dejado. Me odiara. Dejo caer varias lágrimas más, que son rápidamente limpiadas de mi cara por los dedos de Justin.
-No llores mas.-Pide besando mi mejilla.- ¿Quieres salir afuera? ¿Te apetece ir al cine? O si no podemos ver aquí una película, ¿vamos al McDonald? ¿Burger King? ¿Restaurante? También te puedo comprar un perro, si es lo que quieres, o un gato o...
-Justin.-Le corto riendo, es lo mejor del mundo.
 Sonrío y le beso en los labios despacio, hasta que ambos pulmones se quedan sin oxígeno.-Solo estoy agobiada por todo lo que sucede, nada más. Asiente pensativo, intentado comprenderlo. Luego dirige su vista a mí, ladeando la cabeza.
-¿Entonces no quieres un gato?
 -¡Justin!-Exclamo riendo, dándole un leve golpe en el pecho.
A pesar de todo, sabe cómo sacarme una buena sonrisa en el peor de los momentos. Agarro el cuello de la camiseta de Justin y lo atraigo hacia mí para abrazarle. Suspiro en su cuello. En este momento Andrew nos estaba observando y repugnaba esa idea. Me separo de Justin dándole la espalda, tengo que hacer las maletas sin que se entere.
 -Ryan y Chaz te han echado de menos.-Empiezo a decirle.-Podrías ir con ellos un rato.
 -¿Me estas echando Britt?-Cuestiona con una pizca de diversión en su voz.-Iré a su habitación un rato y luego vendré a por ti.
 Asiento con la cabeza. Lo había conseguido, ahora solo tenía un par de horas para recogerlo todo, prepararlo e irme. Espero paciente a que Justin recoja un par de cosas sentada en uno de los sofás disimulando que veo la tele aunque lo que ronde mi mente sea en pegar un brinco en cuanto la puerta se cierre y esté sola.
-Te veo luego.-Anuncia.-Te amo nena.
-Chao.-Me despido.
Y con ese "click", me levanto rápidamente y corro hacia el armario, tiro toda mi ropa colgada y doblada adecuadamente al suelo, luego abro las dos maletas sobre la cama y poco a poco, apresuradamente voy metiendo como puedo toda la ropa, accesorios etc. Afortunadamente, termino antes de que Justin de vuelva y las puedo dejar abajo al señor de la limpieza para que me las guarde en su cuarto, por supuesto a cambio de una propina. Cuando tengo todo listo mi móvil comienza a vibrar en el interior de mi bolsillo, enseguida atiendo.
-Lo has hecho muy bien Vanessa, te felicito.-Es él.-Ahora, ¿no te importaría traerme algo de dinero verdad?
-¿Cuánto quieres?-Le pregunto con la voz casi rompiéndose.
-Unos seiscientos dólares no estaría mal.
-No tengo ese dinero.-Le explico, con la esperanza de que lo comprenda.-Ni siquiera la mitad, es demasiado, por favor.
-Apuesto a que tu novio si.-Mierda. Hay un largo silencio.-Apáñatelas, nos vemos.
Y la llamada finaliza.
******
Las doce en punto de la noche. Justin descansa sobre mí, sujetándome con fuerza como si supiera que me fuera a marchar e intentara impedirlo. Como puedo, lentamente voy apartándolo a base de moverme de un lado a otro, hasta que finalmente lo consigo. Aliviada me levanto enfundándome en unos pantalones grises de chándal y una sudadera, luego descalza camino hasta el pantalón de Justin que descansa en la silla y extraigo su cartera. No sé cuánto dinero habrá pero a juzgar por todos los billetes que son, había seiscientos dólares de sobra. Los meto en mis bolsillos apresuradamente y agarro las llaves. Esto está mal, odio hacer esto pero es lo único que podía hacer para salvar a mis abuelos, también a Justin. Sin querer, ante el nerviosismo mis manos dejan caer el llavero al suelo dando un leve golpe. El suficiente para que Bieber abra los ojos de golpe alarmado por si alguien había entrado.
-¿Qué haces?-Exclama frotándose los ojos.
-Nada.-Niego rápida.-Tengo que marcharme.
Sin darle opción a decir nada más, cojo las llaves del suelo y salgo corriendo por la puerta. Pero él es más rápido y antes de llegar al pasillo su mano está agarrándome del brazo, girándome para que le mire.
-¿Dónde te vas?-Pregunta tenso.
Sin apartar la mirada, busco algo para hacerle dejarme ir pro sea lo que sea le va a doler.
-A casa, yo no puedo llevar la vida que tienes.-Suspiro, intentando no llorar.-De un sitio para otro, con un loco intentando matarnos y sin apenas dormir, lo siento.
-No, espera.-Aprieta su agarre más fuerte en mi.-Podemos irnos donde tú quieras, los dos, puedo cancelar la gira si es lo que quieres.
No sigas, por favor.
-Lo que quiero es irme.-Le explico, como si de verdad fuera eso lo que necesitaba.
Sus ojos color miel, comienza a verse aguados y su boca forma una especia de O sorprendida, pero finalmente pasados varios segundos suelta mi brazo. No podía llorar ahora.
-Sé que no quieres irte, lo sé.-Murmura apretando los puños.
-Te equivocas.-Le digo cruzándome de brazos.
Acomodo mi bolso y veo de reojo  por el ventanal el taxi esperándome, tengo que marcharme ya o no llegaré a tiempo, entonces todo se irá por la borda. Justin vuelve a acercarse a mí, pero esta vez pegando su frente contra la mía.
-No me dejes.-Susurra con los ojos cerrados.
Entrelaza nuestras dos manos y entonces, siento la presión en mi dedo del anillo que me dio. Si se lo daba entendería que ya no quería absolutamente nada con él. Tenía que hacerlo. Despacio, con ayuda de mis dedos me lo saco y lo coloco en su palma, cerrándola en un puño. Alzo la cabeza hacia arriba y veo como una lágrima está recorriendo su mejilla.
-Adiós.
Le doy un apretón en el brazo y luego, doy media vuelta recogiendo las maletas que el conserje me tiende nada más verme. Me aseguro de que tengo el dinero que Andrew me pidió y luego tras comprobarlo, salgo del hotel, adentrándome en el taxi que me llevaría al aeropuerto, y de ahí a casa de mis abuelos. Ni siquiera sabía si iba a volver a Justin otra vez,  tenía bastante claro que iba a morir.

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Creo que me vais a querer matar, pero bueno, ya dije que ahora en adelante todo va a ser malo. De todos modos espero que os haya gustado el capitulo sagfhajkn y si todo va bien el viernes habrá otro capitulo y posiblemente suba el trailer de la próxima novela.
¡Un besazo!
PD: SI LEÍSTE EL CAPITULO NO TE OLVIDES DE DARLE RT AL LINK QUE HAY JUSTO DEBAJO DE LA IMAGEN DE ARRIBA DEL CAPITULO. GRACIAS.
PD2: Me he cambiado el user de Twitter, antes era @smokingthepain y ahora soy @ohdarlingbiebs, ¿os gusta? asfgfhjasdn <33

15 de noviembre de 2013

Capitulo 43. - {Let me love you}

RT AQUI PARA EL CAPITULO POR FAVOR, ES PARA SABER YO QUIEN LEE LA NOVELA Y SI MERECE LA PENA SEGUIRLA, CADA CAPITULO ES UN RT DISTINTO:
*Recapitulando*
-No sabes nada.-Escupe.- ¡Tú no sabes nada! ¡Te crees la más lista y todos nos reímos de tu ignorancia!
-Cuando Justin se entere de esto prepárate.-Le amenazo.
-¿Ah sí?-Eleva una ceja.- ¿Estás segura de ello?
Ocultando mi aspecto de duda, asiento con la cabeza apretando los puños. Sus ojos negros y amplios me dan indicios de que en cualquier momento Melanie va a saltar sobre mí y clavarme algo en el pecho. Contengo el aliento.
-Si.-Afirmo.-Te odiará por hacerle esto.
-¿Crees que llegarás a tiempo para decírselo?-Ríe malévolamente.- ¿Y si mueres antes de poder contarle todo esto? ¿Y si muere él? Está solo en el hospital te lo recuerdo.
Capítulo 43. - {Let me love you}
Una enorme llama de ira sube por todo mi cuerpo aunque también miedo, pero lo único que quiere es eso, enfurecerme mientras ella simplemente se divierte con todo esto. Sé que está mintiendo, Justin está bien en el hospital al cuidado de los médicos.
-¿Por qué haces esto?-Le reprocho.
-Dinero.-Eleva sus hombros, mordiéndose una uña.
-¡Justin te dará el que necesites!-Exclamo alzando los brazos desesperada.- ¡Sólo pídeselo! ¡Sabes que él no dudará en dártelo Melanie!
-¡No puedo!-Grita estirando de varios mechones de su anaranjado pelo.-No lo entenderías, necesito hacer esto ¿vale? me da igual que me odies o me odie Justin o medio jodido mundo.
-¡Sabes que él puede morir, joder!-Exclamo desesperada por hacerle entrar en razón de alguna forma posible.
Pero eso parece no importarle lo más mínimo, su cara no cambia de expresión e incluso eso parece divertirle pues comienza a reírse como si de un chiste se tratase. Trago saliva. No puedo perder los nervios.
-¿Crees que eso me importa lo más mínimo?-Escupe.-Además, así podrá reunirse con Sandy, que por cierto mi querido compañero Andrew mató.
Y después de eso quiero comenzar a gritarle pero a lo único que mi cuerpo responde es a apretar los puños fuertemente y en menos de dos segundos darle en la mandíbula a Melanie un buen golpe que le parte el labio inferior. Ella al ver lo que le he provocado se lanza hacia mí tirándome al suelo con el fuego en el cuerpo.
-No deberías haber eso hecho.-Grita golpeándome en la nariz.
Grito. Como no veo pues el pelo y sus manos en mi cara impiden mi visión, muevo mis manos hacia todos los lados hasta que encuentro la cinturilla del pantalón de Melanie que me sirve para agarrarla y con toda la fuerza posible quitarla de mí, que no es trabajo fácil, la chica pesa lo suyo y pone resistencia. Enseguida varias personas acuden a la habitación al oír el jaleo y separarnos, pero no hay manera. Ella enganchada a mi pelo y yo a su camiseta algo rota. Dos hombres consiguen separarnos completamente colocándose entre nosotras dos.
-¡Te odio!-Grito clavando mis uñas en un chico que me sujeta.- ¡Ojala te mueras! ¡Te odio! ¿Cómo puedes ser así?
-Me odiarás más cuando te enteres de todo lo que ni aun has descubierto, estúpida.-Avisa arreglando su despeinado y rojizo pelo.- ¡Ni si te ocurra contarle nada a él o juro que os mataré, lo juro.
Y con eso, el hombre que sujeta por la cintura a Melanie la saca de la habitación en el aire con ella pataleando mientras que a mí el otro chico me sitúa en el sofá de la habitación, tendiéndome un vaso de agua tranquilizándome.
 -¿Que ha sucedido?-Pregunta sentándose a mi lado.
 Niego con la cabeza aferrándome al vaso, el sol está saliendo por el este y no he dormido absolutamente nada pero mis ojos están completamente abiertos de par en par. 
-Puedes marcharte.-Le ordeno al chico sin ni siquiera mirarle.-Gracias.
 -Estoy en la habitación de al lado, cualquier cosa puedes decirme. 
Asiento levemente con la cabeza, al menos sé que si tengo intenciones de matar a Melanie, él me pararía los pies y eso, era realmente bueno si no quería acabar en la cárcel. Cuando el muchacho se despide de mí con un beso en la mejilla, más tranquila decido meterme en la cama con la manta cubriéndome hasta el cuello y aunque en varias horas me tendría que levantar para ir de nuevo a visitar a Justin, me quedo dormida.

Pasan un par de días. Todo va cada segundo que pasa a peor, lo único bueno era que Justin salía del hospital por fin con un par de días de reposo que por supuesto se iba a saltar para poder seguir con los conciertos. Era demasiado cabezota como para que alguien le dejara entrar en razón. A excepción de eso, todo era tremendamente horrible. Scooter se había marchado, Kian había dejado a mi amiga Débora, con lo cual ella estaba totalmente deprimida pasando el tiempo encerrada en la habitación del hotel con Ryan, alguien me había robado la cámara donde tenía videos y fotos importantes de Justin, mi abuelo hacia caído enfermo y alguien, que intuía que podría ser Melanie, no paraba de enviarme mensajes amenazantes en el móvil. Cuando estaciono frente al hospital, Justin ya está saliendo por la puerta escoltado por varios policías con la cabeza gacha tapado por una sudadera; pero una vez que está dentro del coche a mi lado descubre su cara mostrándome una sonrisa y se inclina para besarme.
-Hola.-Le sonrío.-Ponte el cinturón, vamos al hotel.
-Odio el hospital.-Murmura obedeciendo mis órdenes.-¿Algo interesante?
-No.-Respondo encendiendo el coche.-Te he echado de menos.
-Y yo a ti.-Me contesta.-Lo siento muchísimo nena.
-No importa, ya está.
Lo corto, porque prefiero olvidar lo sucedido en la fiesta antes de que entremos en una discusión. Ahora sólo tiene que guardar reposo que por supuesto se lo saltará. Suspiro, hay un silencio incómodo.
-¿Harás el concierto hoy?-Pregunto aferrándome al volante.
-Si.-Asiente decidido.-Pero tranquila, sé que no debo forzarme mucho.
Le digo un "está bien" y luego, estaciono en la parte trasera del hotel.
Nos paramos a responder varias preguntas de los paparazzis sobre el estado de salud actual de Justin y luego entramos a nuestra habitación. Mi móvil vibra y de nuevo es un mensaje de número oculto, entrecierro los ojos mientras lo abro para leerlo. De nuevo otra amenaza. Entrecierro los ojos guardando de nuevo mi teléfono. Justin y yo nos despojamos de nuestras prendas quedándome en una fina camiseta de tirantes negra y él en sólo los pantalones vaqueros; vamos hacia la cocina para comer algo.
-Estás rara.-Comenta mi novio agarrando un paquete de galletas.
-Estoy normal Just.-Le digo ladeando la cabeza.-Cansada, nada más.
Asiente sin querer indagar más en el tema y comienza a masticar varias galletas lentamente mientras yo le miro sentada en la mesa balanceando los pies.
 -¿Quieres?-Pregunta ofreciéndome una. Niego con la cabeza, estos últimos días no había comido mucho y de seguro un kilo o dos había perdido, pero no tenía ánimos para comer, no me apetecía en absoluto a pesar de que mi barriga estaba gruñendo. Suspiro dejando caer la cabeza hacia abajo. 
-Sé qué te pasa algo nena.-Habla Justin.-Dímelo. 
No respondo y espera varios minutos, al ver que sigo callada se levanta de la silla y viene hacia mí, abriendo mis piernas para colocarse entre ellas y poder estar más cerca de mí. Sujeta mis dos manos dándoles un apretón y lo miro a los ojos, que tienen un brillo especial.
 -Cuéntamelo, venga.-Pide suavemente, inclinándose para besar mi hombro al descubierto. Luego va por mi clavícula despacio hasta mi cuello, donde su respiración irregular me hace cosquillas y comienzo a reír, doblando el cuello de una forma extraña. 
-Justin me haces cosquillas.-Le digo riendo.-Apártate. 
-hum.-Respira de nuevo divertido.-Cuéntamelo. 
-No es nada, de verdad. 
Pero eso para él es mentira, así que comienza a mover sus manos por mi barriga haciéndome retorcer de la risa y luego recuerdo que tiene una enorme herida en el costado e intento pararle para que se esté quieto, agarrando sus brazos. Cuando por fin lo logro y estamos a algo de distancia, me lanzo a sus labios para besarlos unos instantes. Pero esos instantes se alargan por parte de Justin, que me atrae por la cintura hacia él. Pongo mis brazos envolviendo su cuello y dios, no quiero despegarme de él. 
-Te he echado de menos.-Murmura tirando de mi labio. 
Asiento con la cabeza dándole a entender que yo también y Justin vuelve a capturar como un loco desesperado mis labios, haciendo juntar nuestras lenguas. Cuando el calor comienza a invadir nuestros cuerpos y siento la necesidad de estar más pegada a él, el sonido de mi móvil nos interrumpe. A regañadientes me separo.
-Apágalo.-Ordena Justin tirando de mi labio inferior.
-No.-Sonrío bajando de la mesa.-Además, no puedes hacer esfuerzos, tienes una herida curándose.
-Cierto.-Chasquea la lengua.
Corro antes de que el teléfono se apague, pues ya llevaba sonando algo de tiempo. Cuando lo cojo veo que es número oculto pero aun así pulso el botón verde para atender a la llamada.
-Hola, por fin tengo el gusto de hablar contigo.-Dice una voz grave, masculina.
-No sé quién eres.-Respondo confusa mirando hacia Justin que viene hacia mí para rodearme con sus brazos por la cintura.
-Yo si se quién eres.-Explica.-Te daré una pista, mi nombre empieza por A y si le dices a Justin que estoy al teléfono te mataré antes de que puedas decir dos palabras seguidas.
Frunzo el ceño, mirando hacia todos los lados. Si esto era una broma de mal gusto no tenía nada de gracia, pero ¿Quién sabía esto? Solo Justin, Fredo, Scooter, Melanie y los amigos de Biebs y ellos no serían capaces de hacer esto.
-Ahora, te apartarás de tu novio e irás a algún sitio para que nadie nos oiga.-Ordena.
Mierda. Eso significaba que ahora mismo me estaba viendo, pues otra forma de que supiera que Justin estaba a mi lado era completamente imposible. Bien. Miro a novio de reojo  intentando zafarme de su agarre, muerde el lóbulo de mi oreja y le murmuro un “ahora vengo” para que me dije ir. Asiente enfadado con la cabeza mientras camino para encerrarme en el aseo.
-Muy bien.-Dice.
-Sólo dime que quieres de mi.-Le pido evitando que la voz se me quiebre debido a las lágrimas que amenazan con salir de un momento a otro.
Miro mi cara en el espejo, estoy completamente pálida a excepción de mis rosados e hinchados labios por Justin. Respiro.
-Tus abuelos son realmente simpáticos.-Cuenta tranquilo y pausadamente.-Pero muy tercos, se negaron a darme información sobre ti, una pena porque de verdad me agradaban.
-¿Qué?-Exclamo sin creerme la idea de que ese tipo le hubiera hecho algo a mis abuelos, a los hombres que prácticamente me habían criado como unos padres.-No, por favor.
Lo oigo reír por el fondo, divirtiéndose completamente con todo esto. El corazón comienza a subirme por la garganta y siento unas tremendas ganas de vomitar, pero no  debo creerme lo que este tipo me diga. Podría ser una simple mentira para tenerme vulnerable.
-Haremos un trato, ¿Qué te parece preciosa?-Cuestiona.
-¿Cómo sé que no me mientes?-Pregunto con miedo.
Se escucha un silencio que me agobia por completo, seguidamente varios golpes como si algo de cayese al suelo o un impacto contra algo. Luego los gritos ahogados de mi abuela, a mi abuelo suplicando que no lo hagan. Después de eso silencio. Me tambaleo cayendo de rodillas al suelo.
-Tienes exactamente setenta y dos horas para venir a la casa de campo de tus abuelos queridos.-Carcajea.-De lo contrario los mataré a ellos y ten por seguro que mis hombres se encargarán de tu novio.
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 Bien. A partir de aqui va a haber drama everywhere y muertes, secretos que os vais a quedar mpaktadas y demás. La novela está terminando y bueno, las cosas se van a poner muy feas. Deciros que muchisisisiisisimas gracias por leer y decirme cosas bonitas asdghjdb que me alegran muchisimo, me sacan una sonrisa enorme y nada, espero que os haya gustado el capitulo.
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9 de noviembre de 2013

Capitulo 42. - {Let me love you}

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*Recapitulando*
-¿Se puede saber lo que pasa Melanie?-Exclamo algo cabreada.
-Lo han apuñalado, se lo han llevado al hospital, yo voy con Chaz y Ryan al hospital de Santa Fe.-Hace una pausa.- ¿Vanessa? ¿Estás ahí? ¿Me estás escuchando?
No soy incapaz de hablar, porque sé que es una broma, tiene que serlo. Pero entonces a través del móvil puedo oír la voz preocupada de Chaz y sé que va enserio. Se me resbala el móvil de las manos cayendo al suelo mientras que la bilis sube a mi garganta y siento ganas de vomitar. No, no puede estar muy grave. Seguro que no es nada. La voz de Melanie aun suena desde el móvil pero la ignoro y poniéndome las zapatillas salgo rápidamente del hotel, ignorando a la gente que me mira porque voy en pijama, empujando a varios periodistas que estaban en la entrada. Sólo quiero llegar al hospital y ojalá todo sea una mentira, un mal sueño.
Capitulo 42. - {Let me love you}
El taxi después de unos veinte minutos a pesar de ir a toda la velocidad posible estaciona frente al hospital, donde hay varios periodistas que seguramente se habrían enterado de lo sucedido, en cuanto bajo todos corren hacia mi ansiosos por conseguir algo de información y callada, a base de empujarlos a todos con ayuda de varios guardas de seguridad que hay afuera consigo entrar. Varios médicos que están en la entrada se acercan a mí sabiendo quien soy y por qué estoy aquí. Agarran mis hombros intentando tranquilizarme. Los dos se miran entre ellos.
-¿Cómo está Justin? ¿Qué ha pasado?-Pregunto con las lágrimas abundando en mi cara. Intento regular la respiración.
-Señorita.-Pide un médico amablemente.-Tranquilícese, estás incluso tú peor que él.
-Tiene que esperar un poco para verle, está muy bien y no ha perdido mucha sangre y la herida no era profunda.-Añade el otro compañero que me sujeta del brazo como si de un momento a otro me fuese a caer al suelo.
-Está bien.-Asiento algo más tranquila.
Los dos muchachos me conducen hasta lo que parece ser la sala de espera donde se encuentran Ryan, dos bailarines, Alfredo y Melanie, esta última me echa una mirada compasiva aunque veo como cuando cree que he dejado de observarla sus labios se curvan en una sonrisa. Y hay algo en ella que no me gusta en absoluto. Todos están con la cabeza gacha menos ella. Mi móvil vibra y lo saco rápidamente, es Débora y a pesar de que no tengo ganas de hablar con nadie decido cogerlo pero no me deja ni decir un simple Hola.
-Me marcho contigo, acabo de coger un vuelo y sale mañana.-Informa rápida.
-¿Qué?-Exclamo.-Mira, a Justin lo acaban de apuñalar no sé si te habrás enterado, estoy en el hospital.
-¿Enserio? ¿Está bien? No he visto la televisión, no sabía nada.-Explica.-Han venido a mi casa dos tipos armados amenazándome con matarme si volvía a abrir la boca tendría una pistola dentro de ella ¡¿lo puedes creer?! Kian se ha ido con sus padres asustado y yo como te he dicho, me voy contigo, no me puedo creer todo esto, es como una especie de complot contra nosotros, ¿has pasado a ver a Justin? ¿Se sabe quién ha sido ya?
-No entiendo nada enserio.-Suspiro.-Ni aun le he visto, te llamaré luego.
-Está bien, ¿tu cómo vas?
-Intento no romper a llorar aqui y es dificil ¿sabes?.-Le confieso con las lágrimas pichando en las esquinas de mis ojos.
-Verás que todo sale bien.
Un señor mayor con gafas sale de la habitación de enfrente junto con unos papeles y nos mira a todos. Su mirada no dice nada acerca del estado de Justin y siento miedo, el corazón me va a mil.
-Te llamo luego, está el médico aqui.-Le susurro a Debi cortando la llamada.
-Podéis pasar a verle.-Informa.-Todo en orden, ha habido suerte. 
Me tiende a mi unos papeles de los que parece ser el informe médico de Justin y los guardo bajo el brazo. Sólo podemos entrar de uno en uno asique primero dejo pasar a Alfredo y a los veinte minutos me toca a mí. Respiro. No sé cómo se va a encontrar. Agarro mi chaqueta con firmeza y entro, Justin lleva todo el costado izquierdo con una venda enorme y  está conectado a dos máquinas que emiten pitidos. Mi rostro se vuelve pálido a verle de tal forma y corro hasta él, poniéndome de rodillas en el suelo con la cabeza en sus piernas. Sus ojos están entrecerrados e intenta mostrarme una sonrisa. 
-Debería haberte acompañado.-Le digo limpiándome las lágrimas.-O deberías de haberte quedado.
 -Estoy bien nena.-Responde con una voz un tanto baja y ronca, acariciando mi pelo con la mano en la que lleva una vía conectada.-Empecé a ver todo borroso, no sabía que ocurría y sólo pensaba en ti.
-Chs, no hables.-Le ordeno al ver cómo le cuesta pronunciar las palabras.-Te quiero ¿vale?
Me levanto de sus rodillas acercándome a su cara, entierro mis dedos en su pelo y me inclino para darle un leve beso en los labios sin hacer mucha fuerza por miedo a hacerle daño. Una médica entra y hablo con ella para ver cómo se encuentra Justin, en dos días estaría fuera de aquí. Afortunadamente.
-Si quieres puedes irte al hotel a dormir.-Susurra mi novio al ver que casi me estoy quedando dormida en la silla a su lado.
-No.-Niego.-Me quedo contigo.
-Vanessa.-Rueda los ojos.-Ve al hotel, voy a estar bien. Mañana vienes de nuevo, no te preocupes.
Finalmente acabo cediendo, Justin es más cabezota que yo y hasta que no me fuera a descansar no iba a callarse. Agarro mi chaqueta cubriendo el pijama, me arreglo un poco el pelo y de nuevo, mis ojos comienzan a aguarse. Aguanto.
-Buenas noches, te quiero.-Le digo a Justin besándole en la frente.-Descansa ¿sí?
-Eso intentaré.-Responde acomodándose en la camilla.
Con una última mirada me despido de mi novio, viendo cómo se queda en la habitación del hospital prácticamente inmovilizado a causa de esa enorme venda y maquinas. Cuando salgo, para mi sorpresa se han ido todos, a excepción de Melanie que aún iba por los pasillos del hospital sumergida en su móvil. Aprovechando de que no me ve, decido seguirla a pesar de que voy nada más que con un fino pijama y el frio de la calle me congela los huesos. A paso rápido Melanie se mete entre unas calles bastantes escondidas y estrechas, la sigo de bastante cerca con el miedo de que se gire y me pille, pero para mi suerte no lo hace sino que se para en seco inspeccionando su móvil. Luego tira algo al contenedor que hay a su lado y comienza a hablar con alguien a través de una llamada. Escucho atenta detrás de uno de los contenedores que hay.
-Lo apuñalé, pero no fue suficiente.-Anuncia a alguien.-Si, lo otro está solucionado tranquilo….no….solo necesito tiempo….lo prometo….está bien…adiós.
Y cuelga, pero después de eso lo único que se quede en mi mente es las dos primeras que dice en esa puta llamada y no soy incapaz de seguir detrás de ella cuando se mueve de allí porque mis pies se quedan pegados en el arcén. Ahora todo tenía sentido, ella había venido aquí en busca de mi novio con las intenciones de hacerle daño, se había ido a la fiesta para que entre la gente no pudieran verle y al ser reconocida por amiga de él nadie sospecharía de ella. Quiero matarla, pero también quiero pedirle explicaciones aunque también quiero ir con Justin y contarle lo que acabo de oír pero ahora mismo él no necesitaba eso. No tengo nada más que hacer en el frio de la calle, doy media vuelta en dirección al hotel con la mirada perdida y varias personas que pasan me miran extrañadas. Cuando llego hasta mi habitación me despojo de todas mis prendas y me meto en la ducha para despejarme, pero estoy en otro mundo. No puedo dejar pasar esto. Salgo colocándome ropa limpia y marco el número de Melanie.
-Ven a mi habitación.-Ordeno.-Ya.
-Estoy ocupada.-Contesta borde.
-Déjalo para luego.-Respondo de igual manera.-Te espero, veinte minutos ¿entendido?
 Al final accede. No sé de donde saco el valor para hacer esto pero hay tal rabia en mí que prácticamente no pienso ni lo que estoy haciendo, solo quiero coger a Melanie y gritarle, odiarla por todo y matarla. Mientras la espero reviso las noticias en las que hablan de Justin y lo que acababa de suceder. Las lágrimas abundan en mis ojos y recorren mis mejillas.  Entonces llaman a la puerta, rápidamente me levanto y corro hasta ella y allí esta, plantada frente a mí con una leve sonrisa, pero al ver mi expresión pronto se le borra. Cruza sus brazos debajo del pecho.
-¿Por qué?-Es lo único que se me ocurre preguntar.
-¿Por qué?
-Sé que has ido tu.-Grito empujándome con una mano.-Justin es tu amigo.
-Oh te has enterado.-Rueda los ojos.-Genial.
-¿Genial?-Grito entrado en cólera.- ¡Eres una gran         
Vuelvo a empujarla y entonces ella me devuelve el empujón a mí, adentrándose en la habitación con aire vacilante y siento un leve arrepentimiento por haberle llamado. Aún así mantengo la cabeza alta.
-No sabes nada.-Escupe.- ¡Tú no sabes nada! ¡Te crees la más lista y todos nos reímos de tu ignorancia!
-Cuando Justin se entere de esto prepárate.-Le amenazo.
-¿Ah sí?-Eleva una ceja.- ¿Estás segura de ello?
Ocultando mi aspecto de duda, asiento con la cabeza apretando los puños. Sus ojos negros y amplios me dan indicios de que en cualquier momento Melanie va a saltar sobre mí y clavarme algo en el pecho. Contengo el aliento.
-Si.-Afirmo.-Te odiará por hacerle esto.

-¿Crees que llegarás a tiempo para decírselo?-Ríe malévolamente.- ¿Y si mueres antes de poder contarle todo esto? ¿Y si muere él? Está solo en el hospital te lo recuerdo.
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Ai señor, que se acaba let me love you y voy a llorar. Espero que os haay gustado este capitulo amores, muchisisisisimas gracias por todo.
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