Personas que sueñan conmigo:

25 de junio de 2013

Capitulo 13.-{Let me love you}

*Recapitulando*
Entonces, siento una presencia detrás de mí que me hace encoger el corazón y congelarme la sangre, y no por mí, sino por Vanessa.
-Andrew.-Digo en tono divertido, aunque en el fondo esté para que me dé un ataque.
-Bieber, ¿qué tal con tu chica? ¿Bien?-Ríe.- ¿Últimas palabras? Puedo decirle algo de tu parte si quieres.
Y entonces, justo en ese preciso momento me doy cuenta de que tengo una pistola apuntando en mi cabeza.
Capitulo 13.-{Let me love you}
-NARRA VANESSA BRITT-
Las diez. Las diez de la noche y Justin no había vuelto, llevaba todo el día desaparecido, había estado esperando a que viniese después de ir a ver el ruido aquel pero después de dos horas y medias como no venía empecé a buscarle y ni rastro de él, así que decidí volver a casa de mis abuelos para comunicárselo y ayudarme a encontrarlo. Ahora mismo el corazón se me salía del pecho.
-Señora, no hay rastro de su amigo.-Me dice el policía.-Habrá que seguir buscando mañana.
-Está bien.-Digo frotando mis manos contra los brazos, que se me están quedando helados.-Le ruego por favor que lleve la máxima discreción, no queremos que esto salga en las noticias ni nada ¿sería posible?
-Por supuesto.-Dice.-Todo a la máxima discreción.
-Gracias.-Le agradezco.-Hasta mañana.
Estrechamos la mano y el simpático policía se mete en el coche y marcha hacia donde quiera que sea, yo me quedo un rato en el porche, por si a lo mejor aparece de entre los árboles diciendo que era todo una broma para darme un susto de la muerte, seguramente me enfadaría pero también me alegraría, porque la mayoría de las veces que hemos peleado y nos hemos insultado yo en mi interior tenía mariposas chocando en mi estómago.
-Cariño.-Interrumpe mi abuela posando su mano en mi hombro.-Ve a dormir, mañana van a venir los amigos de Justin pronto al igual que la policía y tienes que dormir.
-Déjame sólo un poco más por favor.-Le pido mirándola directamente.
-Está bien.-Cede.-Pero sólo diez minutos más Vanessa.
-Gracias.-Le doy un abrazo.-Buenas noches.
Nos soltamos y ella se va para adentro, cierra la puerta y apaga todas las luces, mis abuelos siempre se han ido a la cama pronto y hoy, aunque solo eran las diez y media de la noche, para ellos es como si fueran las dos de la mañana. Suspiro dejándome caer al suelo de la escalera de entrada, mis pies ya no pueden aguantar más, he estado todo el día caminando y corriendo. Reviso el móvil para ver si tengo alguna llamada o algún mensaje, sólo hay una pérdida de Debi pero nada más, seguramente le ha llamado Fredo para contarle que Justin ha desaparecido y me ha llamado para ver cómo estoy; debería llamarla pero sé que si lo hago voy a romper a llorar, porque llevo aguantándolo todo el día y ahora mismo estoy a punto de explotar.
-NARRA JUSTIN-
Esto es la putada más grande que me han podido hacer en la vida, sólo quiero salir de aquí y volver con Vanessa, con sus abuelos y mis amigos, pero en cambio estoy encerrado en un coche con un tío que ni conozco apuntándome con una pistola en la cabeza, las manos atadas y una venda en los ojos.
-¿Dónde demonios me lleváis?-Digo frustrado.
-Cállate.-Me ordena Andrew.
-Si me vas a matar hazlo ya, estás perdiendo tiempo de tu vida.-Espeto rodando los ojos.
-Lo haría, créeme.-Ríe.-Pero aún falta que hacer otra cosa más.
Todos los presentes empiezan a reír menos yo, que estoy formulando en mi mente un esquema de como mierdas escaparme de aquí. Como llevo una venda no sé dónde me encuentro, pero a juzgar por los botes del coche tendremos que estar en un sitio de tierra y piedras, a lo mejor ni aun hemos llegado a la carretera y la casa de los abuelos de Britt no quedaba muy lejos. Sacudo un poco la cabeza para que la venda se baje poco a poco, milagrosamente lo consigo y nadie se da cuenta, el tipo que me apunta con la pistola está mirando por la ventana y Andrew tiene la mirada fija en la carretera mientras conduce y su compañero está hablando por el móvil así que tengo la oportunidad perfecta. Me remuevo un poco, pongo las manos apretadas hasta que casi me duelen y luego todo sucede muy rápido, le pego un puñetazo al tío de la pistola en toda la cara haciendo que el arma se le caiga, luego alargo la pierna y le doy una patada a Andrew, que hace que el coche se desvíe y justo ahí mientras intentan cogerme, abro como puedo la puerta derecha y salgo de ahí corriendo.
-¡Hijo de puta!-Grita Andrew.
-¡La próxima será!-Le respondo riendo.
Empiezan a disparar, todas las balas pasan por mi lado rozándome pero ninguna me toca porque están disparando sin mirar a modo de desesperación y ni siquiera se ponen a correr detrás de mí. Empiezo a correr alejándome de ellos, y cuando ya estoy bastante lejos, me siento en el suelo para desatarme las manos como medianamente puedo, con mis dientes poco a poco consigo quitar la cuerda y tirarla por ahí, me levanto y enciendo el móvil que estaba apagado, con la luz que da intento alumbrarme para ver más o menos en dónde me encuentro. Cuando apunto al suelo, veo unas gotitas de sangre maldigo por lo dentro, mierda, la herida que me había propinado Andrew con una navaja en el costado se me había abierto al haber hecho antes tanta fuerza para salir del coche. Mierda tío, tengo que hacer algo pero tampoco puedo forzarme porque sangraré más. En el móvil no hay cobertura para llamar a nadie asique me pongo a divagar por los caminos en busca de algo de cobijo o la casa de los abuelos de Vanessa, algo.
-NARRA VANESSA BRITT-
Ya no puedo esperar más, esos diez minutos se han convertido en cuarenta y cinco y mis ojos están cerrándose poco a poco. Hecho una última ojeada a todo por si lo viese venir pero nada, sólo estoy yo ahí en toda la oscuridad y el frio. Finalmente, doy media vuelta y me entro a la casa, en la oscuridad ando hasta la habitación de invitados donde tengo que dormir, me pongo el pijama y luego hago un ovillo en la cama dejando salir todas las lágrimas y los sollozos aguantados. La puerta está cerrada así que nadie puede escucharme, mejor porque no me haría gracia que mi abuela viniera a consolarme, más que nada porque odio verla preocupada. No sé cuánto tiempo llevo llorando aún, quizás ya ha pasado una hora no lo sé, pero Justin aún sigue presente en mi mente, como si estuviera aquí hablándome, tocándome. Un momento...esto no....es demasiado real...Vanessa abre los ojos aunque te duelan...ábrelos...venga... Y no, no era un sueño, de poco se me sale el corazón por la boca.
-Hola.-Susurra ÉL, con una diminuta sonrisa.-Pensaba que estabas durmiendo.
No sé qué decir, creo que es un sueño pero me duelen los ojos y tengo la cara húmeda y siento su tacto, es real, él está aquí de verdad. Reprimo un grito e intento abrazarle o decir algo pero no me salen las palabras, lo intento de nuevo con fuerza y ahora sí.
-¿Qué coño te ha pasado? ¿Dónde has estado? dios mío todos estábamos buscándote.-Digo trabándome yo misma con las palabras.
-Si eh bueno...-Se rasca la cabeza-Cuando fui a ver que ruido era ese, tropecé y caí por un barranco donde me golpeé la cabeza y quedé inconsciente, luego desperté ya tarde y no estabas así que empecé a volver hacia aquí pero estaba mareado así que tuve que parar y luego seguir, y ya estoy aquí.
-¡Dios mío!-Exclamo mirando al techo.- ¡JODER JUSTIN CASI ME MUERO DEL SUSTO! ¡TE ODIO!
-No puedes odiarme.-Carcajea un poco.-Si hace un minuto estabas llorando por mí.
Le fulmino con la mirada y luego enciendo la luz sin decirle nada para examinar su cuerpo y ver que está bien, pero en la parte derecha de sus costillas hay mucha sangre, esto me recuerda a cuando hace un mes se coló en mi habitación porque unos tipos le perseguían y tuve que curarle el brazo, sólo que esto ahora es peor.
-Vale.-Inspiro, expiro. Odio la sangre, me da nauseas.-No te muevas de aquí por favor.
Salgo gateando por la cama hasta llegar al suelo, una vez allí camino descalza y de puntillas hasta el cuarto de baño dónde me encuentro con el botiquín que tiene mi abuela, agarro las vendas, el bote de agua oxigenada, algodones y varias cosas más. Luego vuelvo otra vez a la habitación por el mismo camino y en silencio, Justin está inmóvil como si se tratase de una estatua. Me arrimo a él, le miro y me dedica una divertida sonrisa como si lo que le acabase de pasar fuera algo cotidiano.
-Levántate la camiseta.-Pido.
Con una mueca en la cara, se quita la chaqueta y luego la camiseta, le tengo que ayudar porque él solo le cuesta mucho, ya que no puede moverse bien. Una vez que se deja el torso desnudo, le obligo a tumbarse en mi cama para poder curarle mejor.
-Ahora ni se te ocurra moverte por favor.-Le ruego mirándole a los ojos fijamente.
-No es que ahora mismo esté en condiciones para hacerlo.-Ríe.
-Bien.
Primero, con el algodón limpio la zona dónde está el corte ya que está lleno de barro y luego, abro el bote de agua oxigenada y hecho en la herida, Justin aprieta la mandíbula y muestra una cara de dolor pero no dice nada porque claro, es un hombre.
-Gracias nena, ya van dos veces las que me curas.
-No es nada, pero espero que no se vuelva a repetir.-Digo pasando el algodón por la herida.-Lo odio.
-Yo tambien lo espero.-Murmura, y luego, cierra los ojos.
 Después de pasar repetidamente trocitos de algodón untando en agua oxigenada, le vendo en costado lo mejor que puedo y vuelvo al cuarto de baño para guardar las cosas, cuando regreso a la habitación él está durmiendo como un tronco, cojo el móvil y llamo al policía que había organizado la partida de búsqueda, le digo que Justin ha vuelto que está perfectamente y que cancele todo, luego llamo a Fredo, a Scooter y finalmente a Debi que es con la que más tiempo me quedo explicándole todo lo sucedido paso por paso. Luego me acuesto en el suelo a un lado para no molestar a Justin, que necesita descansar, ya mañana se lo diré a mi abuela ahora no iba a despertarla ahora que la pobre había llevado un día bastante movidito. Intento, poco a poco conciliar el sueño, necesito dormirme porque llevo unas ojeras que me llegan al suelo. Cuando creo que ya más o menos me estoy durmiendo, un golpe bastante fuerte se oye en mi ventana y me sobresalta dándome un susto de infarto, rápidamente me levanto y me dirijo hasta el cristal, pero no hay nada por allí y me extraña bastante, a lo mejor ha sido una paloma que se ha estrellado o algo que ha caído del tejado, pienso. Pero cuando me retiro, al pasar la mano por el borde del marco de la ventana, noto algo rugoso, bajo la vista y veo que es una nota. La cojo extrañada y leo atenta lo que pone: 
"Esta vez tu chico tuvo suerte, pero a lo mejor la próxima vez no tiene tanta suerte, o a lo mejor la próxima vez seas tú."
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Bueeeeeeeno cielines, aqui el capitulo 13 espero que os haya gustado y no haya sido soso porque a mi me parece que ha quedado un poco bastante mal asi que ya me diréis.
Un beso muy grande y si habéis leido el capitulo, no os olvideis dar RT al link de arriba que hay debajo de la imagen 
https://twitter.com/dreamjustindrew/status/349610111129489408 )

22 de junio de 2013

Capitulo 12.-{Let me love you}


*Recapitulando*
-Mañana nos vamos a Los Ángeles, salimos a las cinco de la mañana.-Vuelve a besarme en el mismo sitio que antes.-Buenas noches.
Asiento con la cabeza débilmente y me doy la vuelta dándole la espalda. Oigo el sonido de un cinturón y su pantalón cayendo al suelo, sin quererlo, un rubor aparece en mis mejillas y una pequeña sonrisilla asoma por mis labios, ¿por qué no te das la vuelta? ¡Justin está en boxers! reprimo una risa y alejo todos los pensamientos sobre girarme y abrir los ojos de mi mente. A los cinco minutos, el lado derecho de la cama se hunde hacia abajo y unos brazos me rodean por la cintura firmemente, entonces me relajo y en un santiamén, caigo dormida.
Capitulo 12.-{Let me love you}
No sé qué hora es, ni si quiera sé si aún sigo en la cama, sólo oigo gritos de Justin enfurecido y golpes. Me asusto y enseguida me levanto, cosa que provoca que me mareara al subir la cabeza tan rápidamente. Aún con la ropa de ayer, el rímel corrido por toda mi cara y el pelo revuelto, salgo como una bala hacia afuera donde está Justin; cuando llego está en el suelo con el teléfono en la mano y con la cabeza entre las piernas, siento un pinchazo por dentro y corro hasta él, me agacho y me pongo justo delante de él.
- ¿Qué pasa?-Le digo preocupada.
No responde, sólo un sollozo sale de sus labios y es que no puedo evitarlo, me lanzo envolviéndole con mis diminutos y finos brazos intentando consolarle, aunque para ser sincera nunca he sido muy buena en esto la verdad. Después de un corto tiempo, levanta la cabeza y se me queda mirando, lleva la mejilla mojada y en sus ojos abundan las lágrimas.
-Si te soy sincera, nunca había visto un chico llorando.-Digo, a lo que Justin me responde con una sonrisa algo forzada.-Eh, ¿qué ha pasado?
Niega con la cabeza y la vuelve a esconder entre sus piernas pero antes de que lo haga le cojo la cara entre mis manos para que me mire.
-Me lo vas a decir, si o si ¿entendido? y si tengo que matar a alguien lo haré.-Ladeo la cabeza.-Pero dímelo.
 Le dedico una tímida sonrisa y él me la devuelve, esta vez de verdad. Paso la mano desde su hombro por todo el brazo y me doy cuenta que ha estado haciendo ejercicio, dios mío que brazos. Suspira.
-Es sólo que, llevo tanta presión encima y tanta mierda que nena, es muy difícil seguir adelante.-Se sincera.
-¿Por qué no te tomas un descanso?-Le propongo.-Hoy no tienes que dar ningún concierto, no tienes nada que hacer, ¿te parece si vamos a hacerle una visita a mis abuelos?
-¿A tus abuelos?-Frunce el ceño.- ¿Para qué?
-Para sacarte de toda esta mierda, para que seas normal.-Le digo encogiéndome de hombros.-Ahora, voy a llevarte a mi territorio.
-Nena, tenemos que coger un vuelo a Los Ángeles.-Dice cómo fastidiado.-Pero bueno, supongo que podremos cancelarlo ¿no?
-¡¿Enserio?!-Digo emocionada, abriendo mis ojos y mostrando una amplia sonrisa.
-Si.-Me responde carcajeando.-Anda, ven aquí.
Extiende sus brazos y me envuelve con ellos, yo sólo me limito a sonreír y a abrazarle también. Cuando nos separamos él besa mi mejilla derecha y luego nos levantamos del suelo riendo, tengo que llamar enseguida a mi abuela para asegurarme de que no hay problema en que podamos ir de visita, que seguro que no hay pero sería descortés no hacerlo.
-Voy a avisar a mi abuela, tú mientras recoge la habitación.-Le informo.
-Como mandes nena.-Me responde lanzándome un cojín mientras entra por la puerta a la habitación.
Al vuelo lo atrapo, evitando que me dé en toda la cara y agarro el teléfono de la mesita para marcar el número de mi querida abuela, espero unos pocos pitidos y al tercero lo coge.
*Conversación telefónica*
-¿Vanessa?
-¡Hola! ¿Cómo estás?-La saludo.
-¡Mi niña! ¿Cómo estás tú? ¿Todo bien con ese noviecito tuyo, Justin?-Ruedo los ojos y sacudo la cabeza.
-Abuela sólo es mi amigo.-Le recuerdo.-Y te llamaba para preguntarte si podríamos ir hoy a pasar el día al campo, a Justin le vendría muy bien desconectar un poco de todo ya sabes.
-¡Pues claro!-Exclama.- ¡Robbie prepara la mesa grande, tenemos visita!-Le grita a mi abuelo.
-Eh no prepares nada especial, que te conozco.-Aviso.-En cuanto recojamos un poco salimos para allá ¿sí?
-Vale cariño, nos vemos.
-Adiós te quiero.-Me despido.
*Fin conversación telefónica*
Cuelga y dejo el teléfono justo donde lo había cogido antes, luego camino con mis pies descalzos hasta la habitación para ver cómo va Justin y cuando llego está casi todo hecho, a excepción de mi maleta. Estoy realmente sorprendida, sí que se ha da do prisa este chico. Al pasar por el espejo que hay de cuerpo entero veo que mi pelo está completamente alborotado, media camiseta subida y con el rímel algo corrido, "Justin me ha visto así y no se ha ido corriendo" pienso en mi interior.
-Nena, deja de mirarte al espejo, estás bien así.-Dice interrumpiendo mi pequeña nube de pensamientos.
-¿Pero tú me has visto?-Le digo dándome la vuelta para que pueda observarme.
-Créeme, lo he hecho.-Me responde pícaro, guiñándome el ojo.
-Idiota...-Murmuro dándome la vuelta para que no vea mis coloradas mejillas.
A mis pies, veo una camiseta con unos jeans así que lo cojo y corro al baño para ponérmelo, después de eso me maquillo muy poco y recojo el pelo con un moño alto, para que no me moleste. Cuando salgo, Justin está hablando por teléfono, pero al verme cuelga y viene hacia mí.
-Ya he cancelado lo de Los Ángeles, ¿vamos entonces?
-Vamos.-Confirmo cogiéndole de la mano que me ha tendido.
Con la otra libre, agarro la maleta y Biebs hace exactamente lo mismo, salimos cerrando la puerta y vamos hasta el vestíbulo cargados con todas las cosas, por supuesto a la chica de recepción no se le pasa por alto que tiene delante al mismísimo Justin Bieber y no duda en ponerse al lado de mi amigo para sacarse una foto, por supuesto soy yo la que tengo que coger la cámara y pulsar el botón. Una vez que hacemos eso, le pagamos la estancia en el hotel y luego salimos, Kenny está afuera preparado para abrir las puertas de la furgo mientras otro guardaespaldas más policías intentan abrirnos un camino ya que las fans y los paparazzis nos cierran el paso. Justin suelta unas palabrotas por lo bajo y yo refuerzo mi agarre en él para tranquilizarle un poco, subimos a la parte de atrás de la furgo  y Kenny se pone a conducir lo más rápido posible para salir de allí, luego yo le doy todas las indicaciones para que nos lleve al campo de mi abuela, que queda bastante lejos por cierto.
-Si llego a saber que iba a estar tanto tiempo en el coche no aceptaba tú petición.-Se queja el muy pesado de Justin.
-Oh cállate.-Le digo cabreada, pues llevaba todo el dichoso viaje así.-Quedan como diez minutos.
-Tengo que hacer mis necesidades ¿sabes?-Dice ahora él casi gritando.
-¡Pues te aguantas!-Grito.-Pareces un niño pequeño.
-Y tú una vieja, siempre cabreándote por todo.-Suelta así, por la cara.
-Perdona pero yo no soy el que esta mañana se ha puesto hecho una furia golpeando cosas.-Le enfrento.
-Eres una niñata.-Me insulta.
-Y tú un chulo de mierda.-Se la devuelvo. JÁ.
-Chicos, ¿os podéis callar?-Interviene Kenny.-Ya hemos llegado.
Y si, estaba en lo cierto, una pequeña casita de madera asomaba entre unos árboles justo enfrente del coche y mientras abría la puerta para salir, mi abuela corría hacia mí con el delantal puesto de haber estado cocinando.
-¡Cariño! ¡Madre mía que alegría!-Sin pensarlo dos veces, me estrecha entre sus brazos casi sin dejarme respirar.
-Abuela sí, yo también me alegro.-Le digo intentando separarme.
-Señorita, sus maletas.-Dice Kenny entregándomelas.
Hago un gesto con la cabeza cogiendo lo que me ha entregado y hecho una ojeada por encima de su hombro para ver a Justin, que está cogiendo su equipaje también. Me tira una mirada fugaz y sé que esta cabreado, pero no voy a ir a pedirle perdón, no.
-Abuela, ¿está aún Pecas?-Le pregunto entusiasmada.
-Lo tienes en la cuadra, te ha echado de menos.-Me dice acariciando suavemente mi mejilla izquierda.-Corre, ve a verle, yo me encargo de todo esto.
Asiento y le entrego mis maletas, comienzo a correr hacia el establo dónde mi caballo de la infancia estaba esperándome, al verme suelta un relincho y comienzo a reír. Es negro como el carbón a excepción de una mancha blanca en un costado, con unos ojos enormes y una crin larga y negra, en definitiva, hermoso.
-¿Cómo estas pequeño?-Le digo acariciándole.-Vamos a montar un rato.
Cojo unas botas que hay allí y me las pongo, luego le coloco las bridas a Pecas y lo saco de la cuadra, parece feliz y eso me hace sonreír. Una vez que ya estamos en el campo afuera, voy a montarme en él y justo cuando me queda pasar la pierna derecha, alguien me agarra por la cintura y me baja de nuevo al suelo. Suelto un chillido agudo. Me giro, allí esta Justin mirándome con la cabeza torcida.
-¿Qué quieres?-Le digo cortante.
-¿Dónde vas?-Pregunta.
-A dar un paseo, donde no pueda verte.
-Vamos nena.-Da un paso hacía mi.-No te enfades, ¿puedo ir con tigo?
-¿Sabes montar a caballo?-Encarno una ceja.
-No.-Se encoge de hombros.-Pero contaba con que me enseñaras tú.
Pongo los ojos en blanco y me muerdo el labio inferior, este chico es un tremendo caso pero no puedo negárselo la verdad, es que aunque quiera no puedo.
-Va, puedes coger el caballo de mi padre.-Le digo marchando con él a dentro.
-¿Estás segura?-Pregunta serio. 
-Sí, no pasa nada Justin, además, desde que mi padre murió nadie ha vuelto a sacar al pobre caballo de ahí.-Le explico intentando que no se me forme el nudo en la garganta, ese que es como si te ahogase y que si pronuncias más de dos palabras sube para arriba y empiezas a llorar.-Te lo traeré, tú solo espera aquí.
Le hago un gesto con la cara para indicarle que estoy bien y vuelvo a dentro a por el caballo de mi padre, cuando llego a él un montón de recuerdos vienen a mi mente y rápidamente intento borrarlos, se fueron cuando yo tenía apenas seis años, me dejaron completamente sola y a los diez una vecina me dijo que ellos habían muerto en un accidente y a partir de ahora iba a vivir con mis abuelos maternos, ¿sabéis lo difícil que fue todo? he intentado mantener todo eso alejado pero no puedo. Reprimo un sollozo y saco al caballo Patrick de la cuadra para dárselo a Justin. Una vez que estamos fuera, le ayudo a subirse y luego me subo yo en Pecas.
-¿Listo?-Le pregunto divertida.
-Siempre lo estoy nena.-Me contesta seguro de sí mismo.
Aseguro bien mi posición para no caerme y luego Pecas empiezan a galopar cuando le doy un pequeño golpecito en señal, echaba de menos el sentir la brisa del aire en mi cara de este modo. Por detrás oigo a Justin gritándome así que desciendo la velocidad para poder ir a su paso.
-¿Pero qué mierda?-Exclama.
-¡Vaya!-Digo pasándole un brazo por los hombros, pues estaba ahora a mi lado.-El chico grande que nunca pierde no puede adelantarme.
-¿Me está retando señorita Britt?-Pregunta arqueando una ceja. Es tan hermoso.
-¿Una carrera de aquí al lago?-Lo señalo con el dedo.
-Trato hecho nena.
Y sin decir nada más, empieza a galopar con Patrick hacia delante dejándome en desventaja. Maldito tramposo,  en seguida agarro las bridas y hecho a correr para pillarle. Esto es realmente divertido, solo somos dos chicos normales divirtiéndonos. Sigo corriendo para pillarle, y cuando voy viendo la figura trasera del caballo justo este salta un tronco y tira a Justin al suelo. Un grito ahogado suena de mi garganta y rápidamente voy hasta él, bajo de Pecas y me pongo de rodillas a su lado.
-¿Estás bien?-Digo preocupada.-Dios ha sido mi culpa no debería de...
-Oye oye.-Me corta mirándome a los ojos.-Que estoy bien, solo ha sido una caída de mierda.
-Joder que susto me has dado.-Exclamo abrazándole.-Estas lleno de barro, vamos al lago.
Me levanto del suelo y le tiendo la mano para que se levante, luego agarramos a nuestros respectivos caballos y vamos hacia el lago, que apenas está a unos pocos pasos de nosotros. Cuando llegamos, el agua está completamente cristalina, la cara de impresión de Justin es realmente divertida.
-Pensé que esto no existía.-Dice.
-Bueno, pues existe.-Le digo divertida.
Giro la cabeza para mirarle, y ya está quitándose la camiseta para lanzarse de golpe al agua y el muy idiota, me moja entera. Toda la camiseta esta empapada dejando ver mi sujetador negro, enrojeciéndome en 3...2...1... Ruedo los ojos, es un tonto pero me encanta.
-Ata a los caballos al árbol y metete aquí con migo.-Me grita para que lo oiga.
-¡Voy!-Le digo, a lo que me devuelve una sonrisa.
Camino hasta el tronco más próximo  con Peca y Patrick, los ato allí fuertemente para que no se escapen y me despojo de mis zapatillas y accesorios, luego cojo carrerilla y dando un salto, me zambullo en el agua. Oh sí. Trago un poco de agua al caer pero no le doy importancia, empiezo a nadar por debajo hasta que mis pulmones no pueden más y ya salgo a la superficie, donde me encuentro delante de Justin bastante cerca de mí, casi tan cerca que nuestras narices se rozan.
-Me tienes impresionado.-Dice.
-Bueno.-Me encojo de hombros.
Da un cortito paso y pone sus manos alrededor de mi cintura, acercándome a él un poco más si era ya posible, se inclina un poco y roza sus labios contra mi mejilla alterando por completo todo mi sistema nervioso, luego desciende por mi mandíbula hasta mi cuello, donde lo besa suavemente.
-Justin...-Digo con voz ronca.
-¿hmm?
Intento decirle que pare, que no está bien pero las palabras no me salen de la boca, es como si la voz se me hubiera ido por completo. Vuelve a subir hasta mi mejilla de nuevo haciendo un tour por todo mi cuello y luego se aparta una vez que me besa en la comisura de los labios. Le miro a los ojos y él me mira, frunzo el ceño confundida por lo que acaba de pasar y voy a regañarle por haber hecho eso cuando un ruido justo a mis espaldas hace que me sobresalte.
-¿Has oído eso?-Le pregunto
-¿Pero qué mierda es?-Exclama haciéndose hacia delante y poniéndome por detrás agarrando fuertemente mi mano.-Creo que alguien nos está espiando.
-¿Tú crees?-Digo preocupada si es un paparazzi acabará de sacar fotos a lo que él estaba haciendo hace unos minutos, y no sería bueno para ninguno de los dos.-Vámonos por favor.
-Espera, voy a ir a ver.-Dice volviendo a mí.
Tira de mi mano y salimos fuera del agua, una vez en la tierra se pone su camiseta de tirantes blancas y a mí me deja la chaqueta de cuero ya que me he tirado con toda la ropa puesta y me iba a congelar, se lo agradezco enormemente.
-No te muevas, enseguida vengo ¿vale?-Avisa.
-¿De verdad tienes que ir?-Le digo preocupada.-No sabemos lo que es.
-Nena.-Carcajea y pone sus brazos a cada lado de su cintura.-Aquí no hay leones ni mierdas, no va pasar nada.
-Bien, pero no tardes por favor.-Pido suplicante.
Asiente con la cabeza, viene hasta mí y besa mi frente como para darme seguridad. Luego se marcha para ver de dónde procedía ese ruido y yo me quedo sentada en una roca enorme junto a Pecas y Patrick esperando que  no tarde mucho en volver, realmente me preocupaba.
-NARRA JUSTIN-
Después de dejar a Vanessa allí, camino hacia el interior del bosque alejándome un poco de allí para ver de qué era el ruido ese que habíamos escuchado antes, a lo mejor era un paparazzi  o alguna fan que me había seguido, con suerte si habían sacado alguna foto podría quitarle la cámara o negociar, a Vane no le gustaría salir en todos los periódicos. Cuando voy avanzando algunos pasos, oigo el ruido de hojas moverse asique empiezo a correr lo máximo que puedo teniendo en cuenta que los pantalones mojados pesan y las supras no son muy buenas para caminar por sitios de tierra y piedras. Los sonidos cada vez son más notarios y justo cuando creo que ya he llegado hasta ellos, se forma un monumental silencio en el que solo se oye el piar de los pájaros y delante de mi vista sólo una enorme pradera verde. Entonces, siento una presencia detrás de mí que me hace encoger el corazón y congelarme la sangre, y no por mí, sino por Vanessa.
-Andrew.-Digo en tono divertido, aunque en el fondo esté para que me dé un ataque.
-Bieber, ¿qué tal con tu chica? ¿Bien?-Ríe.- ¿Últimas palabras? Puedo decirle algo de tu parte si quieres.
Y entonces, justo en ese preciso momento me doy cuenta de que tengo una pistola apuntando en mi cabeza.
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Bueeeno cielines aqui el capitulo de hoy, espero que os guste ¿si? y que sea bastante largo porque tengo un Word nuevo que no me va muy bien y no sé si quedó corto asi que ya me direis. Ah, el trailer de la novela ya está por Youtube, os lo dejo aqui abajo:
Y eso, ¡un besote muy grande!
PD: SI LEÍSTE EL CAPITULO DALE RT AL LINK DE DEBAJO DE LA IMAGEN ( https://twitter.com/dreamjustindrew/status/348545275486404608 )

19 de junio de 2013

Trailer, {let me love you}



Bueno, pues aqui está el trailer de esta novela mis queridas lectoras y lectores, espero que os guste ¿si? Un beso muy grande y ya aviso que el próximo capitulo no tardará en publicarse. Gracias.

8 de junio de 2013

Capitulo 11.-{Let me love you}


*Recapitulando*
Estoy muy cansada y casi no me siento los pies debido a los taconazos que llevo. Aguanto un poco más hasta llegar al recibidor pero una vez allí, me desmayo y pierdo toda la visión, lo ultimo que oigo es a Justin murmurando un "te tengo" y a Débora quejándose de que ha tomado mucho liquido y necesita un váter urgente. También siento que él me carga y me estrecha contra su cuerpo, después de eso pierdo la noción y caigo en un sueño profundo...
Capitulo 11.-{Let me love you}
Los rayos de luz procedente del sol traspasan las cortinas de la habitación incidiendo en mi cara. Mierda, tengo un enorme dolor de cabeza, ayer creo que bebí demasiado y perdí el control. Despacio abro los ojos, que parecen estar pegados porque me cuesta un montón abrirlos, debe ser por culpa de anoche.
Débora está durmiendo profundamente a mi lado, ayer fue una noche demasiado… movida y necesita descansar bastante, también a penas son las diez de la mañana. Cuando mi oído se agudiza, oigo que Justin esta afuera hablando con alguien, es una voz femenina bastante aguda. ¿salgo o no salgo? a lo mejor es su novia, o su amante quien sabe, casi no lo conozco muy bien y tampoco es que su vida amorosa me interese lo más mínimo. Agarro un cojín y golpeo a Debi con él, a los primeros golpes no parece inmutarse pero al poco tiempo se despierta, aunque echa una furia.
-¡Cabrona pero déjame dormir!.-Se queja.
- Levántate, creo que Justin está con una en el salón.-Al decirle eso abre los ojos de golpe y se incorpora para mirarme.
-¿están haciendo algo? ya sabes...-Arquea una ceja divertida.
- ¡Yo que se!-Le pego en el hombro.-Levántate y vamos a ver.
Se frota los ojos con los puños y luego, después de estirarse y maldecir por tener que despertarse a estas horas de la mañana, se baja de la cama. Voy hasta el espejo, me arreglo un poco el pelo haciéndome un moño alto y me pongo esto:
ashfajk






















Mientras Debi, deja su pelo completamente suelto menos un mechón de la parte de delante que lo recoge con una orquilla y lo pone en la parte de atrás. Al contrario que yo, se pone y opta por algo más sencillo y sport:
dfgh

-¿Vamos?-Pregunta animada.
-Let's go.-Afirmo arreglando mi camiseta.
Y en silencio, agarrada del brazo de mi amiga salimos a espiar. Oímos como las voces cada vez se van haciendo más notarias y cuando creemos que ya estamos lo suficientemente cerca, asomamos las cabezas por un lado de la entrada donde casi no se nos ve y entonces, nos encontramos con una chica castaña, de piel morena y muy sonriente hablando con Justin. Seguramente se conocen de antes pues parecen divertidos. Esta chica va vestida con unos jeans ajustados y un top negro que deja ver su ombligo y un pequeño tatuaje.
-Necesito pegarle.-Dice Débora tan tranquila.
-Cállate o nos van a pillar.-Le riño en un susurro.
Sacude la cabeza mientras rueda lo ojos y seguimos escuchando con atención lo que dicen, hablan sobre algo de un baile que tienen que practicar duramente porque es muy difícil y si no, será un desastre monumental, también bromean sobre algo que no logro entender muy bien y luego, Justin dice que viene a buscarme para presentármela.
-Me cago en la puta, corre corre tía.-Exclamo.
Enseguida nos levantamos del suelo y corremos hasta la habitación descalzas sin hacer ruido, cuando llegamos a la habitación nos metemos las dos en la cama y echamos la sabana por encima, Débora empieza a “roncar” para intentar parecer que duerme desde hace horas y está cansadísima. Yo sólo me limito a intentar no reírme. Cuando Bieber entra en el cuarto, sube hasta arriba las persianas y empieza a sacudirnos a las dos.
-Despertad nenas, os tengo que presentar a una amiga.
-No me apetece ver a las tías con las que te acuestas gracias.-Dice mi amiga con soltura.
Enseguida le doy una patada en el muslo por lo que acaba de decir.
-Si, ya vamos nene.-Le digo pareciendo adormilada.
-Cinco minutos.-Dice amenazante y mandón.
A paso ligero, sale del cuarto para que nos podamos terminar de arreglar Débora y yo y así poder presentarnos a su amiga esa del tatuaje. 
-¿Me queda bien esta camiseta?-Dice dándose una vuelta sobre si misma.
-Fenomenal.-Digo.-Venga vamos.
La empujo de la espalda para que salgamos, y cuando lo hacemos Justin está con la chica de pie en la barra donde está la cocina. Al vernos se acercan los dos a nosotras y yo con una sonrisa dulce doy mi saludo, Débora ni se molesta en decir absolutamente nada, solo permanece a mi lado.
-Chicas esta es Tamara Hale, se acaba de incorporar al Team para sustituir a Amanda como bailarina, es realmente una profesional.
-Encantada.-Dice tendiéndome a mí primero una mano.
-Yo soy Vanessa, un placer conocerte.-Le digo con mi tono de voz amigable.
-Igualmente.-Sonríe.
-Débora Quintana, encantada.-Se presenta mi amiga.
Una vez eso, se forma un breve silencio incomodo, que enseguida es cortado por Justin y en el fondo lo agradezco.
-Oye, ¿que te parece si te llevas a enseñarle los alrededores a Tamara? es nueva y creo que podrías serle de una excelente guía.-Le dice a mi compañera.
-Bueno, está bien.-Se encoge de hombros.- ¿Te vienes Vane?
Abro la boca para responderle pero Bieber se me adelanta y responde un tajante "No" por mi, todas abrimos los ojos de golpe impresionadas pero no decimos nada, yo tampoco me atrevo la verdad pero no entiendo porque no quiere que me vaya con ellas.
-Nos vemos luego tía.-Dice Débora apiadada de mí.
-Hasta ahora.-Me encojo de hombros.
Me quedo ahí en mi sitio inmóvil, viendo como mi amiga y la nueva bailarina Tamara salen por la puerta con la cabeza gacha; una vez que la puerta se cierra y solo quedamos Justin y yo, me vuelvo hacia él para que me de una explicación de por que no me ha dejado irme con ellas y entonces lo veo ahí con una ceja levantada y esa sonrisa tan atractiva, sin olvidarse de esos ojos mieles brillantes. Espero a que me empiece a hablar pero no lo hace, simplemente se queda mirándome como si mi cara fuese un chiste.
-Eres una tremenda cotilla.-Dice al fin.- ¿No te han enseñado a que espiar conversaciones ajenas a ti está mal en una señorita como tú?
-Yo...em...eh...-Mierda estoy avergonzada no se que decir.-¿Por que no me dejaste ir?
-Porque necesito que me ayudes en un par de cosas.-Se encoge de hombros divertido.
-¿No puedes hacerlo tú solo?-Le digo enfurruñada.
-Si puedo pero no quiero.-Carcajea y eso me pone de muy mal humor.-Venga, sólo necesito que pases varias canciones que he escrito al ordenador y se las mandes a Usher
-¿Tengo que ser yo?-Digo desesperada.
-Si, yo mientras tengo que irme a hacer un par de cosas.
Bufo cabreada pero acepto su petición, de todos modos no podría haberle dicho que no pues me hubiera liado de otra cualquier forma para que le hiciese el recado. Me da una carpeta morada en dónde se supone que están todas las canciones que él ha escrito y me pongo manos a la obra.
-Es fácil, pero si tienes problemas llama a Chaz o a Ryan ¿si?-Me dice Justin mientras se coloca su chaqueta y las gafas de sol.-Hasta luego nena.
-Adiós.-Le respondo sacudiendo la mano en gesto de despedida sin despegar los ojos de la pantalla del ordenador.
"Bien, allá vamos" pienso. Agarro la primera hoja que sobresale de la carpeta y empiezo a transcribirla al ordenador, y así hago con todas, leyéndolas una a una y sorprendiéndome por el significado de la canción, casi todas hablan de amor y contienen un gran sentimiento en ellas, por eso es que me quedo estupefacta leyéndolas, ¿Justin escribiendo esto? ¿desde cuando?  a lo mejor aunque parezca un tipo duro, debajo de esa coraza hay un chico sensible, todos alguna vez hemos estado enamorados, hasta el más malo de los malos del mundo. Siguiendo con el trabajo, voy pasando cada hoja al PC poco a poco hasta que después de un par de horas termino. Justo llaman al timbre y por instinto propio pienso que es Justin.
-¡Ya va!-Exclamo.
Guardo la carpeta debajo de la almohada de la cama y el ordenador lo dejo en la mesa de la cocina cuando paso por ahí para abrir. Llego a la puerta, abro y para mi sorpresa, el chico de la fiesta de anoche que se peleó con Justin esta ahí, con una caja de bombones en sus manos y una sonrisa que muestra sus blancos y alineados dientes.
-Por tu expresión, deduzco que estás sorprendida.-Dice aún sin quitar esa mueca divertida en su cara.-Venia a disculparme por lo de anoche, creo que me pasé bastante.
-¿Cómo...cómo sabes....que estoy....aqui?-Balbuceo.
-Ah.-Exclama.-Bueno, ibas con tu novio ese el famosillo ¿no? sólo tuve que preguntarle a unas fans si sabían dónde se alojaba e inmediatamente supe donde estaba, y que tú estarías en su misma habitación.
-No es mi novio.-Le respondo borde.
-Va no te enfades, lo siento.-Se disculpa.-¿Puedo pasar?
Mi mente en segundos se pone a pensar en si debería dejarle entrar o no, anoche se peleó con Justin y si él viene y le ve aqui posiblemente no le haga mucha gracia, incluso forme una pelea. No conviene.
-Te agradezco que hayas venido aqui pero ahora mismo tengo un montón de trabajo que hacer y además Justin no está aqui.-Le digo intentando no parecer nerviosa.
-Entiendo, a tu novio eso no le gustará.-Intento decirle que se equivoca en lo de que es mi pareja pero no me da tiempo ni para abrir la boca.-¿Cuando estará él? también me gustaría disculparme.
-No lo sé.-Me encojo de hombros, verdaderamente no tenia ni idea.
-¿Que tal si me das su numero y así lo puedo llamar?-Dice algo...¿contento?
-Bueno vale.
Meto la mano en el bolsillo izquierdo de mi jean y saco mi móvil, rebusco en la agenda su número hasta que lo encuentro finalmente, se lo doy para que lo apunte y luego el chico de perfectos dientes se marcha feliz como si le acabase de tocar la lotería. Pensé que anoche estaría borracho pues ahora parecía alguien agradable con quien poder pasar una buena tarde.
-NARRA ANDREW-
Salgo del bar lo más rápido que puedo y los pies me lo permiten, acabo de pelearme con un tío y dejarlo inconsciente medio muerto en el suelo, en realidad es su culpa, él se comprometió a hacer un trabajo sucio sabiendo a lo que se exponía y ahora ha fallado, se lo merece. Igual que Bieber, hace tiempo que quiero tenerlo en un rincón a solas para darle su merecido por haberme fallado en aquella misión, sabía que me jugaba mucho ahí y por su culpa perdí  todo, ahora voy a hacérselo pagar.  Ya es la hora.
Mientras me alejo del bar poco a poco dirección a mi apartamento, cojo el telefono y marco el número de Steve, mi antiguo y leal socio desde hace mucho.
*Conversación telefónica*
-¡Hey man!
-¿Tienes lo que te pedí?-Le pregunto.
-La chica me dio el número pero no pude entrar a la habitación.-Suspira.-Ah, me aclaró que no son pareja.
-Man, si Justin anoche te pegó una buena paliza es que siente algo por ella y ahí es donde podemos hacerle más daño.-Sonrío para mis adentros satisfecho, soy el mejor.-Buen trabajo, podemos rastrear su numero y saber donde están a cada momento, será más fácil.
-No nos olvidemos de la señorita Hale, la tenemos espiando.-Me recuerda Steve.
-Cierto, llámala más tarde y pregúntale que tal le fue.
-Como quieras jefe, adiós.
-Adiós.
Cuelgo.
*Fin conversación telefónica*
Guardo mi móvil en el bolsillo y me aproximo a mi apartamento, necesito dormir para mañana estar descansado, tengo que ponerme en marcha ya y acabar con Bieber lo más pronto posible o con Britt o con los dos me da igual, sólo quiero que pague por haber dejado una misión justo cuando iba a conseguir un montón de dinero. Lo mataré, cueste lo que cueste.
-NARRA VANESSA-
No tengo ni la más remota idea de la hora que es, pero me he quedado dormida en el suelo de la habitación justo al lado de la cama. Oigo la puerta crujir y abrirse, también percibo el sonido de una cadena y el olor a alcohol aunque también a alguien muy familiar, a Justin. Siempre huele jodidamente bien.
-mmmm.-Murmuro intentando decir alguna palabra.
Siento cómo él se acerca a mi, acaricia suavemente con la yema de sus dedos mi cara por unos segundos y luego la quita, pero no se levanta. Está aún ahí en cuclillas delante de mi y yo estoy luchando por no reírme y parecer dormida, a lo mejor vuelve a tocarme, pienso. Pero al parecer me equivoco.
-Nena, sé que estás despierta.-Dice divertido.-Pero bueno, aún así te llevaré a la cama en brazos.
-Justin...-Digo al fin.
Llego tarde, ya me ha rodeado por la cintura fuertemente con sus robustos y musculosos brazos, me aferro a su camiseta aspirando su aroma y luego, me deja suavemente en un lado de la cama. Tapa mi cuerpo con la manta para que no pase frío y para mi sorpresa, planta un beso en mi mejilla. Jesús.
-Mañana nos vamos a Los Ángeles, salimos a las cinco de la mañana.-Vuelve a besarme en el mismo sitio que antes.-Buenas noches.
Asiento con la cabeza débilmente y me doy la vuelta dándole la espalda. Oigo el sonido de un cinturón y su pantalón cayendo al suelo, sin quererlo, un rubor aparece en mis mejillas y una pequeña sonrisilla asoma por mis labios, ¿por que no te das la vuelta? ¡Justin está en boxers! reprimo una risa y alejo todos los pensamientos sobre girarme y abrir los ojos de mi mente. A los cinco minutos, el lado derecho de la cama se hunde hacia abajo y unos brazos me rodean por la cintura firmemente, entonces me relajo y en un santiamén, caigo dormida.
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