RT AQUI PARA EL CAPITULO POR FAVOR, ES PARA SABER YO QUIEN LEE LA NOVELA Y SI MERECE LA PENA SEGUIRLA, CADA CAPITULO ES UN RT DISTINTO:
*Recapitulando*
-NARRA JUSTIN-
¿Y mi
pistola? la busco con la mirada rápido, oigo como varios pasos se
aproximan aquí y cuando la encuentro corro hasta ella. Sin pensarlo dos veces
disparo en la pierna de Andrew fríamente.
-Te
mataré, lo juro.-Maldice lleno de dolor.
-Suerte
con ello.-Le digo.
Apunto a
su cabeza, pero no hay más tiempo. Si la gente que viene hasta aquí entra
acabarían con mi vida en un abrir y cerrar de ojos, así que corro hasta la
ventana abierta y salto cayendo en el suelo de la acera. Y entonces, oigo un
último disparo.
Capítulo
32.- {Let me love you}
-NARRA
JUSTIN-
Siento un fuerte
pinchazo en el brazo derecho casi rozando el hombro y suelto un leve quejido
mientras me levanto del suelo de la acera para salir corriendo antes de que
vengan a por mí. Una vez que estoy alejado varias calles me refugio en un callejón
oscuro que no parece estar habitado por nadie. La poca luz que llega de las
farolas es suficiente para ver como la sangre recorre todo el largo de mi brazo
goteando hasta el suelo; entonces comienzo a marearme teniendo la sensación de
que todo a mi alrededor se está moviendo en zig zag.
-NARRA VANESSA
BRITT-
Un frio recorre
todo mi cuerpo, ese calor que Justin me proporciona ya ha desaparecido y en
menos de un segundo estoy parada frente a la habitación. Sola. Agarro una bata
apresuradamente mientras salgo para buscar a los chicos, seguramente son las
tres de la mañana pues los pasillos están consumidos por el silencio. Llamo a
la puerta setenta y tres varias veces hasta que al fin Ryan abre la puerta
adormilado.
-¿Esta Justin ahí?-Pregunto.
-No.-Responde
mirando hacia atrás.-Solo Chaz, Christian y yo.
-¿Y Melanie?
Se encoje de
hombros pero me cuenta que había salido para despejarse un poco, su casa había
sido quemada. Pero en mi interior se procesan un millón de cosas relacionadas
con Justin y Melanie, lo que me hace estremecer. Alejo todos esos pensamientos
y Ryan decide salir conmigo para buscarlos. Ambos nos ponemos ropa abrigada
pues hace fresco y salimos a buscar sin rumbo fijo, mirando en todas las calles
más escondidas y solitarias, en parques o bancos, pero nada.
-NARRA MELANIE-
Escondo mi revolver
en el interior de la bota alta que visto. Me acerco a una esquina de la mesa de
billar, sentándome en ella. Y siento unas manos rodeando mi cintura fuertemente
mientras presiona un beso en mi cuello succionando la zona, dejando una marca violácea.
-Dijiste que no le harías
daño a él.-Le respondo seca, entrelazando nuestros dedos mientras estiro mi
cuello dándole mas acceso.
-Se
recuperará.-Murmura.-El muy cabrón me disparo primero.
-Iré a buscarlo y
lo curaré.-Le digo.-Si no de desangrará.
-Los quiero
muertos, a los dos.-Murmura.-Y te quiero a ti, ahora.
Bajo de la mesa, poniéndome
cara a cara contra él, contra Andrew. Me había prometido dinero con tal de
arruinar a Justin y a Vanessa, una gran suma cantidad de dinero con el que podría
vivir años sin hacer nada. Además la chica no me caía nada bien así que todo
perfecto. Suspiro, porque sé que todo mi interior grita que no lo debo hacer,
que está mal y de este hombre no me podía fiar. Pero el dinero, lo necesitaba.
-Si me fallas, te
mataré.-Amenaza.
-Bien.
Agarro la hebilla
de sus pantalones atrayéndolo hacia mí, para chocar nuestros labios
violentamente. Andrew agarra mi cuello casi asfixiandome pero resisto el
impulso de apartarme o quejarme, sólo emito un leve gemido. En menos de un par
de minutos nuestras respectivas ropas están desperdigadas por el suelo de la
sala y él está sobre mí, haciéndome suya. Es tan violento que me hace daño.
-Vamos a hacer un
gran equipo.-Murmura en mi oído.
Y colapsa dentro de
mí, cerniéndose sobre mi cuerpo. Luego rápidamente se coloca sus pantalones
mientras yo hago lo mismo con toda la ropa desperdigada por la sala y nos
despedimos, hasta la próxima noche de la siguiente semana en la que en ese
periodo Vanessa y Justin tendrían que estar peleados. Porque así serían los dos
más vulnerables, un blanco fácil. Y luego estaba el tema de sus padres.
-¿Cuándo le haremos
descubrir que sus padres están vivos?-Pregunto.
-Más
adelante.-Responde encendiéndose un cigarro.-Ahora vete.
Sin rechistar así lo hago, luego bajo por
las escaleras de local como si viniera de los aseos y atravesando todo el
mogollón de gente que baila consigo salir por la puerta principal. Enseguida
encuentro a Justin tirado en un callejón, prácticamente escondido.
-NARRA VANESSA BRITT-
Ryan y yo llevamos casi una hora
buscando, Seattle es tan grande que ni en dos días lo íbamos a recorrer.
Agotada, muerta de sueño y el fuego saliendo por mi cabeza me siento en un
banco que hay libre. Mi compañero Ryan se sitúa a mi lado, pasando un brazo por
mis hombros.
-Seguro que se ha ido a despejarse.-Me
dice.-Y volverá.
-Melanie también ha ido a lo mismo.-Ruedo
los ojos, recordando que ella también está enamorada de él.
-No pienses esas cosas, él te
quiere.-Murmura consolándome.-Llevaba desde Sandy sin salir con nadie, de novia
quiero decir, y te lo ha pedido a ti. Porque le importas de verdad.
-Supongo...-Respiro.
Después de unos minutos descansando nos
ponemos en pie, entonces oímos atrás de nosotros unos ruidos, como jadeos.
Entonces una sombra alta aparece de entre la oscuridad, con un andar algo
extraño. Pero es Justin, con la cara algo manchada de negro aunque totalmente
impecable. Un peso sale de mí y corro hasta él, sujetando su cara entre mis
manos.
-¿Estas bien?-Pregunto.- ¿Dónde has ido?
me has asustado tanto...
-Sólo quería dar un paseo.-Musita,
mostrando una sonrisa.-Perdón.
-No pasa nada.-Le digo, agarrando su mano
izquierda.-Sólo vámonos.
Asiente con la cabeza y me pongo de
puntillas para darle un beso en los labios. Luego mientras andamos comienza a
tocarse el brazo como si llevase algo ahí, mirándolo y moviéndolo
repetitivamente todo el trayecto, por lo que al final me pone de los nervios.
-¿Qué tienes?
-Nada.-Se encoje de hombros, no muy
decidido con su respuesta.-Nada.
Me dedica una mueca con la cara, Ryan
pasea delante de nosotros con la mirada perdida en el cielo. Cuando llegamos al
hotel en dónde estamos alojados ya son las cinco de la mañana pero aún tenemos
aunque sea un par de horas para descansar. Cada uno nos vamos a nuestras
respectivas habitaciones. Justin parece estar en su mundo pues ni siquiera me
dirige la palabra.
-Oye.-Lo llamo.-Soy tu novia, si algo te
ronda por la cabeza puedes decirlo porque ahora nosotr...
-Nena, no ocurre nada.-Me interrumpe quitándose
la camiseta.-Quería dar un paseo.
-Está bien.
Así tal cual voy me acuesto en la cama,
Justin enseguida se une a mí rodeándome por la cintura y atrayéndome más a él.
Suelta un leve suspiro que choca en mi cuello.
-Te quiero.-Murmura.
-Más.-Le respondo, entrelazando nuestros
dedos.
Mi novio enseguida consigue conciliar el
sueño, mientras para mi es imposible volver a dormirme de nuevo. Casi después
de una media hora oigo el ruido de unos tacones paseando por el pasillo de
nuestro cuarto así que soltando las manos de Justin que me agarran fuertemente
salgo a ver lo que es. Como suponía, Melanie.
-¿No duermes?-Suelta exaltada cuando me
ve.
-Ya no.-Le respondo.- ¿De dónde vienes?
-No te importa.-Me responde cruzándose de
brazos delante de mi.-Vuelve adentro con tu querido Justin.
Se hace su larga melena rojiza hacia un
lado del cuello, dejando ver un resplandeciente chupetón morado, reciente. No
sé si lo ha hecho aposta par que lo vea o sólo ha querido apartarse el pelo
porque le molestaba. Ruedo los ojos. Melanie me mira esperando que diga algo,
pero no sé qué decir. Histérica alza los brazos.
-¡Es que tú no conoces tan bien a Justin
como yo!-Exclama.- ¡Él tendría que estar conmigo!
-Pues lo siento chica.-Le respondo,
bajando la voz para no despertar al personal.
-Bueno.-Se encoje de hombros.-Pronto se
cansará de ti, porque no eres suficiente para él y entonces, estaré yo.
-Como segundo plato.-Murmuro intentando
ocultar una risa.-Buenas noches Melanie.
-Que te follen.-Insulta.
Y con eso, se marcha a la habitación donde
está alojada con Chaz, Ryan y Christian moviendo sus caderas como si estuviese
en una pasarela de modelos. Cuando cierro la puerta me quedo mirando a Justin
un buen rato. No puedo dejar que esa arpía se cuele en mi mente, porque eso es
lo que quiere, yo lo quiero y él me quiere, no importa nada más. Pero ellos dos
habían tenido algo y siempre iba a estar esa duda en mi mente de que podría
volver a surgir de nuevo. Siento un nudo en mi garganta, tengo que dejar de
pensar así, porque sólo me hago daño a mí misma. Camino con mis pies descalzos
hasta la cama sentándome en un lado, acaricio su frente con los dedos
bajando hasta su nariz, siguiendo el recorrido hasta la base de su cuello que parecía
estar ello expresamente para ser besado. Y cuantas mujeres lo habrán hecho,
murmura mi interior. Pero ahora yo estaba con él enserio. Me inclino y apoyo
mis labios en su cuello besándolo aunque enseguida me separo. Justin ha abierto
los ojos.
-¿Podrías hacerlo de nuevo?-Encarna una
ceja.
Riendo me inclino otra vez, besándole en
la misma zona pero esta vez más lentamente. Avergonzada me aparto, con las
mejillas sonrosadas y luego casi no me da tiempo si a respirar, Justin agarra
mi delgado cuerpo para girarme situándome encima de él. Varios mechones de pelo
que tapan mi cara son depositados detrás de mí oreja por Justin, que
seguidamente alza la cabeza para besarme y siento un bulto debajo de mí que
manda ondas de calor por todo mi cuerpo. Necesito oxígeno, me separo para
cogerlo y Justin aprovecha para tirar de mi labio inferior, introduciendo su
lengua en mi boca rápidamente. Luego deja mis labios para pasar desde mi
mandibula hasta el cuello, besando cada parte por donde pasa, chupando mi
cuello enviándome millones de descargas eléctricas y dejando en él una marca.
Dios, esto se está yendo de nuestras manos por momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario