RT AQUI PARA EL CAPITULO POR FAVOR, ES PARA SABER YO QUIEN LEE LA NOVELA Y SI MERECE LA PENA SEGUIRLA, CADA CAPITULO LLEVA UN RT DISTINTO:
*Recapitulando*
Justin se inclina para besar de nuevo mis
labios y bajar por mi mandíbula, luego por mi cuello dejando una marca y hasta
la clavícula, yo sólo cierro los ojos y disfruto. Vuelve a subir y volvemos a
besarnos con la misma intensidad de antes, incluso algo más. Tengo calor, mi
ritmo cardiaco ahora mismo es altísimo y quiero muchísimo más, pero Justin se
separa y le miro frunciendo el ceño.
-Ya está bien.-Dice.-Estas ebria.
-No, me encuentro en perfecto estado.-Le
digo.
Quiero que me bese otra vez.
-Mira nena, yo también quiero seguir pero
mañana me vas a matar.-Explica.-Y no quiero eso.
-Te odio.-Le digo sacándole la lengua.
-Lo que tú digas.-Dice riendo.
Y después de eso, casi sin darme cuenta
me atrae de nuevo hacia él dejándome sin aliento y vuelve a darme un corto y
rápido beso en los labios, separándose sin dejar de mirarme a los ojos. El último
beso de la noche por lo que veo.
Capitulo
18.-{Let me love you}
Lo primero que siento a parte de los
rayos del sol incidiendo en toda mi cara, es un dolor de cabeza tremendo cómo
si esta me fuese a explotar de un momento a otro. Miro hacia el lado opuesto de
la cama en donde me encuentro y en la mesita, hay un vaso de agua junto a unas
pastillas color blanquecino. Luego, me doy cuenta de que llevo puesta una
camiseta bastante ancha y que por cierto no es mía si no de Justin y eso
provoca que de un tremendo salto de la cama. No me acuerdo de casi nada y
cuando intento hacer memoria el dolor vuelve a mí con más potencia así que me
tumbo boca arriba en la cama completamente confundida de lo que posiblemente
habría hecho. Qué vergüenza, la última vez que bebo.
-¡Vaya!-Exclama alguien desde la puerta.
Justin.- ¿Qué tal, dormilona?
Camina hasta donde estoy y se sienta a mi
lado, coge las pastillas junto al agua y me las da para que trague, agarro una
con la mano mientras con la otra sujeto el vaso y rápidamente me ha hecho en la
boca dejando que pase rápidamente por la garganta. Luego le devuelvo el agua a
Justin y me quedo mirándolo a los ojos fijamente.
-Anoche.-Empiezo.- ¿Pasó algo entre tú y
yo?
-Puede.-Se encoge de hombros.-Nada que no
quisieses.
-¡Oye!-Le pego en el brazo, esto es serio
y él se está riendo como cual chiste.
-Nos besamos.-Dice al fin, después de
unos segundos.-Querías más pero estabas borracha así que te paré, luego vinimos
aquí e intentaste besarme y yo te hice entrar en razón, cogiste mi camiseta, te
la pusiste y luego te quedaste durmiendo abajo en el sofá y te traje aquí.
-Menos mal.-Resoplo tendiéndome hacia
atrás.-Bueno, ¿hoy que vamos a hacer?
-Yo me tengo que ir.-Dice.-Pero volveré
pronto.
Se encoge de hombros y se pone en pie
como si nada, saliendo de la habitación a grandes pasos como huyendo de mi por
si le decía algo. Frustrada, suspiro e intento levantarme con cuidado, la
cabeza ya no me duele mucho porque me he tomado la pastilla pero aún quedar
algo de molestia. Abro el armario y me pongo esto:
Luego dejo mi pelo suelto a excepción de los primeros mechones de pelo que los recojo hacia atrás para que no me molesten, después de eso bajo a abajo para reunirme con Justin, que está recogiendo la cocina un poco y preparándose para irse a donde quiera que fuese.
-¿Puedo ir contigo?-Pregunto.
-No.-Dice cortante.-Volveré a la noche.
-¿Qué?-Exclamo.- ¿Me vas a dejar aquí
sola? ¿Todo el día?
Si creía que iba a hacer eso la llevaba
clara vamos, ¿él podía salir y yo no? en realidad no podíamos salir ninguno
pero ya habíamos salido dos veces así que por una más daba absolutamente lo
mismo ¿no? Veo que Justin se va encaminando hacia la puerta ignorando mis
quejas así que me pongo frente a ella obstruyéndole el paso.
-¿Por qué no puedo ir?-Exclamo.
-Porque no nena.-Me responde frustrado.-Aparta,
llego tarde.
-Dime a dónde vas.-Le replico.-Dímelo y
te dejo.
-No puedo.-Dice agarrándome de los
hombros haciendo fuerza.-Aparta enserio.
-¡Que me lo digas!-Grito como una niña
pequeña enfadada cuando no le dan un caramelo.
-¡He quedado! ¿Vale? me voy a casa de una
amiga ¿lo pillas ya? no puedes venir.
Dicho eso, con tanta brusquedad y genio,
poco a poco me aparto de la puerta dejándole paso hasta que la abre y sin
decirme apenas un jodido "adiós" se va. Dando un golpe fuerte que
hace temblar las paredes de la casa.
-Pues que mierda.-Murmuro en voz alta
para mí misma.
-NARRA JUSTIN-
Arranco el coche rápidamente y empiezo a
conducir por la carretera despejada hasta la casa de Melanie que tampoco queda
muy lejos de aquí. En cuanto llego, estaciono en la calle de enfrente rápidamente
y me pongo una gorra junto a las gafas de sol para que nadie que está paseando
me reconozca y tenga un problema bastante grande. Llamo a la puerta dos veces y
enseguida me abre mi amigo Ryan.
-Man, te estábamos esperando.-Dice.-Pasa.
-Vanessa estaba preguntándome y no podía
salir.-Les explico entrando hacia dentro, hasta el salón donde están Chaz,
Christian Beadles y Melanie.-Hola gente.
-Llegas tarde.-Replica la única chica del
grupo.
-Lo siento.-Me disculpo con voz
pesada.-Bien, vamos al plan.
Sentándome en uno de los huecos libres al
lado de mi amigo Ryan.
-Mi amigo Chaz, saca de una carpeta azul
marino un plano de lo que parece ser un edificio, más bien de una casita no muy
grande como si se tratase de algún sitio para guardar los trastos viejos. Todos
nos acercamos para inspeccionar aquel dibujo.
-Es el almacén que tiene Andrew aquí en
Seattle.-Dice Melanie carraspeando.-He estado espiando y suele reunirse ahí
dentro con sus compañeros para hablar y tienen que tener algo escondido dentro
porque siempre hay un tipo vigilando la entrada.
-Hagámoslo volar por los aires.-Exclama
Christian imitando el sonido de una explosión.
-Tú estas tonto.-Le pego en la parte de
atrás de la cabeza.- ¿Sabes si podría estar el chico de la foto que te mande
por correo ayer, Steve?-Le pregunto a Melanie.
-Si, él esta aquí desde hace una
semana.-Dice sacando unos papeles de su bolso.-He mirado todo su expediente, ha
estado varias veces en la cárcel por asesinato.
Me tiende todas las hojas de lo que
parece ser su historial y lo leo así por encima para ver con lo que me
enfrento. Tampoco es mucho la verdad, he pasado cosas muchísimo peores, como lo
de Sandy. Ya, fuera, olvida a Sandy, ella está muerta. Sacudo la cabeza
borrando cualquier pensamiento sobre esta chica
y me concentro en lo que estamos haciendo, no puedo perder detalle de
nada.
-En la que te has metido tío.-Murmura
Chaz golpeándome el hombro.- ¿Qué haremos?
-Nada.-Digo suspirando antes de que todos
planteen una idea descerebrada.-Sólo iré allí y hablaré con él y con Andrew
para llegar a un puto acuerdo y que me dejen en paz, tambien a Vanesa.
-¿No podemos volar el almacén?-Replica
Beadles.
-La ultima vez que hicimos algo así, una
persona murió ¿sabes?-Digo elevando la voz, recordando aquel momento y aquellos
gritos de…ella…pidiendo ayuda. Tenso la mandíbula, al igual que los puños. Esos
recuerdos, esos jodidos recuerdos me iban a perseguir siempre, para toda la
vida.
-Eso es muerte segura.-Dice mi Ryan con
voz calmada y floja.-Te acompañaremos.
-Si tío, es lo mejor.-Le apoya Christian.-A
veces digo las cosas sin ni siquiera pensarlas, tú idea es mejor.
-Da igual, no importa.-Digo relajándome
un poco.
-Bueno.-Exclama Chaz, poniéndose de pie.-
A las doce esta noche iremos.
Todos los presentes aceptan sin poner
ninguna contradicción, y luego después de eso guardamos el plano del almacén
junto con el historial de Steve. Mientras nuestra compañera Melanie nos prepara
algo para comer, cojo el móvil y entro
en Twitter, hacía mucho que no entraba así que comienzo a ver las interacciones
de gente que me está mencionando y lo que más destaca son mis Beliebers preguntándose
donde estoy, apenadas e histéricas completamente. Si ellas supieran, pienso. No
me demoro más y pongo un par de tweets: “Calma chicas, volveré pronto con
ustedes pero ahora necesito descansar. Gracias por la comprensión, os amo.”
“Hecho de menos los escenarios y a ustedes, lo siento por todo, os recompensaré
muy pronto #soon” Luego de eso cierro la
aplicación y guardo el móvil en el bolsillo de mi pantalón. Los chicos están
hablando de algo así que me uno a la conversación con ellos hasta que nuestra
amiga vuelve con patatas, cervezas y más cosas para comer algo, esta noche iba
a ser moviditas, como casi todas vamos.
-NARRA VANESSA BRITT-
Después de comer, descansar un poco, ver
una película totalmente aburrida, pintarme las uñas y hablar por teléfono con
varias amigas, decido darme una ducha para relajarme pues lo de Justin aún me
tiene cabreada, ¿Cómo puede haberme dejado a mi aquí sola? En fin, voy hasta el
cuarto de baño y empiezo a calentar el agua y de paso que se llene un poco. Me
empiezo a desvestir poco a poco y entro adentro, esto me iba a venir bastante
bien porque me ayuda bastante a despejarme de todo, me hace olvidar. Pasados un
larguísimo tiempo decido que es hora de salir ya pues si no, me iba a arrugar como
una pasa. Alargo la mano para ponerme la bata y después voy hasta mi cuarto
para cambiarme, me pongo esto:
Una vez vestida, mi estomago empieza a rugir así que bajo hasta abajo en la cocina para comer algo, tarareando una canción al azar cojo un paquete de galletas que hay en la estantería de arriba junto a un vaso de agua. Oigo la puerta abrirse, dando un golpe bastante notario, si Justin pensaba que iba a recibirle con los brazos abiertos lo llevaba claro después de haberme dejado aquí sola por todo el santo día. Y el parece hacer lo mismo porque si ni siquiera se dirige hasta donde yo me encuentro, y sé perfectamente que estoy aquí porqué he empezado a hacer ruido con el plástico de las galletas a propósito, pero nada, no viene. Al final decido salir yo.
-Anda que saludas Bieber.-Musito con el vaso de agua en la mano.- ¿Dónde andas?
Extrañada, pensando que estaba en el
salón, camino un poco y me asomo por la escalera, pero no veo que este ahí
tampoco y empiezo a asustarme un poco, seguro que me la está jugando el muy
estúpido. Se oye un ruido por adentro de la cocina como si se hubiera caído
algo así que voy corriendo pero no hay nada, sólo un plato en el suelo que ni
siquiera está roto.
-Oye chaval ya te vale.-Digo en voz alta
cabreada.
Otro ruido. Arriba. En mi habitación. Sin
perder más tiempo dejo lo que llevo en la mano para estar más libre y corro
hacia mi cuarto, cuando entro está toda la ropa del armario esparcida por el
suelo junto con las sábanas de la cama. Entro cuidadosamente, esto ya es pasarse
demasiado y me había cabreado.
-Dios enserio Justin eres un gilipollas.-Exclamo.-Vale
ya de esconderte o te las vas a ver conm…
Y no puedo acabar mi frase, un tipo
aparece por detrás de la puerta con una cuerda en las manos moviéndola de un
lado a otro y sonriéndome malévolamente. Mientras yo me quedo completamente
inmóvil, el hombre va acercándose a mí lentamente y yo solo quiero gritar, pero
estoy tan asustada que no puedo. Su cara está llena de cicatrices profundas,
sus manos son anchas y robustas, da un aspecto de criminal en serie.
-¿Eres Vanessa Britt?-Pregunta el
muchacho acariciándome el pelo. Asiento rápidamente con la cabeza.- ¿Sabes
donde está Justin?
Niego, espero que no piense que estoy
mintiendo. Bajo la mirada abajo, está desliando la cuerda y con una mano,
sacando algo del bolsillo de su pantalón. Me concentro, abro mi mente y saco
toda la fuerza que tengo en el cuerpo, a la velocidad de la luz levanto la
rodilla bruscamente propinándole un golpe en la entrepierna y en cuanto hecha
sus manos ahí para cubrirse del dolor, salgo corriendo cerrando la puerta notando un fuerte dolor en el muslo izquierdo, me ha cortado con algo seguramente al pasar por su lado. Ignorando el daño, salto las escaleras y casi me caigo al suelo pero afortunadamente no es así;
oigo al hombre prácticamente detrás de mí así que corro hasta la puerta de
salida pero está cerrada con llave. Miro a todos los lados en busca de ella,
pero no la veo.
-¿Buscas esto?-Exclama riendo enseñándome
el llavero.
Sin perder tiempo, agarro el paragüero y
lo lanzo con todas mis fuerzas, pero está demasiado lejos para alcanzarle. Me
muevo hasta el cuarto de baño, pongo el seguro de la puerta y muevo el mueble
que hay para que no pueda entrar y así ganar tiempo para pensar algo. Saco el móvil
del bolsillo y marco el número de Justin pero no lo coge, tampoco hay ventanas,
sólo hay en el techo unos cuadraditos y en mi interior se enciende la luz. Los
conductos de ventilación. Rápidamente me subo en la tapa de la cisterna y poniéndome
de puntillas, golpeo el cuadrado del techo; el hombre está aporreando la puerta
gritando todo tipo de insultos y amenazas. Doy un último puñetazo y se abre,
sólo tengo que subir ahí arriba y seguir el tubo hasta donde quiera que me
lleve que seguro que es algún lugar más seguro del que estoy. Con salto subo al
conducto de ventilación y coloco bien de nuevo la porción de techo que he
quitado para entrar, justo oigo golpes seguidos y el sonido de disparos así que
me quedo muy quieta sin moverme de arriba para no hacer ruido. El tipo derriba
la puerta y entra, al ver que no estoy allí empieza a gritar cosas horribles
que me hacen poner el vello de punta; cojo el móvil y lo pongo en silencio para
que no suene de casualidad y me pille. Oigo sus pasos salir del baño y una vez
que estoy segura de ello, voy gateando por el tubo despacio esperando encontrar
alguna salida o poder estar ahí hasta que se marchara, si es que no llamaba a
más tipos como él para buscarme claro.
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Bueno, ps ps yastá el capitulo numero 18 sfdahj espero que os haya gustado y bueno ahí queda la intriga a ver lo que pasa. Gracias por leer enserio, cada vez somos más y me encanta. Un beso muy gande.
PD: SI LEÍSTE EL CAPITULO NO TE OLVIDES DE DARLE RT AL LINK QUE HAY JUSTO DEBAJO DE LA IMAGEN DE ARRIBA DEL CAPITULO. GRACIAS.
OLOOOOOOOOOOOOOOOOO.
ResponderEliminarNo puee ze. Etokes.
Pobre Vanessa, ay. Justin es un capio ts ts ts, peeeeeeeeeeeero, cuando se entere sadfghsgdfgsghfdfsfd ya me lo imagino sos.
No tarde en zubi plz.
Tkmil.
ASDFGHJKLÑ. Amo tu novela, me he enganchado. Siguieente :3.
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