Personas que sueñan conmigo:

26 de septiembre de 2013

Capitulo 28.-{Let me love you}

RT AQUI PARA EL CAPITULO POR FAVOR, ES PARA SABER YO QUIEN LEE LA NOVELA Y SI MERECE LA PENA SEGUIRLA, CADA CAPITULO ES UN RT DISTINTO:
*Recapitulando*
Agarro el sobre, lo deposito debajo de mi almohada en mi cama asegurándome de que va a estar ahí y tras ponerme el pijama, voy hasta la cama de Justin. Él ni aún ha subido, lo oigo abajo hablar por teléfono con alguien y no puedo evitar escuchar un poco de esa conversación.
"Si, estaba en su cama....no.....es lo mejor, se lo he dicho....estoy deseando que llegue mañana...muy nervioso...que va....hasta luego."
No sé con quién estará hablando pero le ha contado lo de la carta, no le doy más vueltas y quito la sabana para después meterme en el interior de la cama de Justin. Cierro los ojos fuertemente y me sumo en el más profundo de los sueños.
Capitulo 28.-{Let me love you}
El despertador del móvil suena. Mierda, se me olvidó desconectarlo para que me despertase, hoy era sábado con lo cual no tenía que despertarme temprano. También era mi cumpleaños. Me miro en el espejo de enfrente, aún estoy en la habitación desordenada de Justin así que recojo un poco varias prendas que hay por el suelo junto a varios papeles de lo que parece ser canciones. Leo varias, "heartbreaker" está entre una de ellas y no puedo evitar soltar una pequeña sonrisa, pues los amigos de Justin me habían contado que nuestro compañero Biebs estaba volviendo loca a sus Beliebers porque no sacaba la canción, siempre era y es un gracioso "soon". Y ahora tenía la letra entre mis manos; sin perder más tiempo dejo el papel en la mesa del escritorio y hago la cama, luego voy hasta mi cuarto buscando entre mi armario algo que ponerme. Finalmente encuentro esto y decido que para estar en casa es lo más adecuado:
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Bajo al salón, no hay absolutamente nadie en la casa, soló el silencio y yo. Me preparo el desayuno tranquilamente consumida en mis propios pensamientos, mientras espero a que la leche se caliente en el microondas reviso mi móvil por si acaso hay algún mensaje y sí, tengo varias menciones en twitter de gente de mi instituto felicitándome, también tengo una llamada en el buzón de voz de mi tía, la escucho y esbozo la segunda sonrisa mañanera:
"¡Hola mi vida! ¿Cuantos cumples ya? ¿Dieciocho? ¡No me lo puedo creer! sí parece justo ayer que corrías por el pasillo de mi casa con apenas unos tres añitos, en fin, pásatelo muy bien cariño y espero verte pronto, hace mucho que no nos haces una visita y tu primo pequeño ya te echa de menos. Diviértete mucho que te lo mereces, felicidades de tu tío, mías y de Iván y David, te queremos."
Le envío un mensaje dándole las gracias, de mis tres tías esta ha sido la que siempre se ha preocupado por mí así que le tenía bastante cariño. Guardo el móvil y cojo el tazón de leche caliente, me siento en una de las sillas rojas y enciendo la tele, están poniendo un "top 50 mejores canciones" y me quedo a verlo, total, no tengo nada que hacer. Menudo cumpleaños.
Después de casi dos horas salgo de la cocina y subo hasta la habitación de Justin para coger su guitarra y cantar varias canciones, entre ellas as long as you love me y be alright, las únicas que me sabia de mi amigo a la perfección. Mi teléfono empieza a sonar dentro de mi bolsillo, lo saco viendo que es mi amiga, menos mal que al menos me ha llamado.
-¡Hola!
-¡Felicidades a la más guapa del mundo!-Grita.- ¿Cómo llevas el día? siento no poder estar ahí.
-Muchas gracias, bueno.-Me encojo de hombros aun sabiendo que no me puede ver.-Sola en casa, aburrida, bastante bien la verdad, ya sabes.
-Siento no estar ahí.-Dice en modo de disculpa.-Pero pronto nos veremos.
-Eso espero.-Le respondo carcajeando.
Oigo como de fondo le llaman, así que eso significa que se acabó la llamada.
-Tengo que pirar, ya hablamos.
-Si.-Ruedo los ojos.-Adiós.
-¡Chao!
Y cuelga, me espero un rato escuchando el pitido que hace cuando cortas una llamada. No tengo nada que hacer, son las doce de la mañana así que bajo a ver un rato de nuevo la televisión, después me cocino unos macarrones que son simplemente calentarlos pues habían sobrado del otro día y después de eso me tumbo en el sofá hasta quedarme completamente dormida. Para cuando despierto son las seis en punto de la tarde, encuentro varias llamadas en mi móvil de varios familiares, ya los llamaré luego, me levanto y acudo al baño para arreglar un poco mi pelo revuelto. Tras recogerlo en un moño alto y firme, ordeno un poco mí cuarto y entonces, llaman al timbre varias veces seguidas, como unos cuatro toques. Bajo en silencio hasta abajo, Justin me ha avisado mil veces de que no abriera la puerta así que antes de girar el manillas asomo mi cabeza por la mirilla, pero no hay absolutamente nadie. Qué raro. Espero un poco por si acaso, como unos cinco minutos, pero nada,  al final decido abrir y a mis pies, encuentro una caja de un tamaño mediano color blanco con un lazo gris envolviéndolo, también hay una nota encima de la tapadera. Me agacho para cogerla y leerla:
"Y aquí empieza la magia, espero que te guste. Con cariño, tu amigo y compañero."
Oh dios mío no me lo puedo creer, alucinando agarro la caja entre mis manos para pasarla adentro; la pongo sobre la mesa del salón y a la velocidad de la luz la abro, es un vestido, hay otra nota dentro.
"Seguro que estás preciosa con esto."
Por lo que doy a entender, es que me lo tengo que poner así que corro a mi cuarto para vestirme con este precioso vestido que me han regalado:
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Una vez que lo llevo puesto, recibo un mensaje al móvil de desconocido que me indica una dirección pero está relacionado con el primer regalo porque habla acerca del vestido así que, bajo mi sospecha de quien puede ser, agarro mi bolso y salgo por la puerta, voy hasta la dirección indicada pero sólo es una vieja calle sin nada interesante, me empiezo a asustar de que no sea quien yo creo que es. Un señor me llama.
-¡Eh chica!-Volteo mi cabeza.- ¿Eres Vanessa Britt?
Rápidamente me dirijo a él, el tipo es un vendedor que está en la calle intentando vender perritos calientes. Asiento con la cabeza y del bolsillo se saca una pequeña caja con un sobre, me la da para que la abra. ¡Unos pendientes! le miro con la boca abierta sin saber que decir.
-¿Quien ha hecho todo esto?-Exclamo, varias mujeres que pasan por mi lado ocultan una risita.
-No le puedo decir señorita.-Se encoge de hombros.-Buena suerte.
Me regala una sonrisa y leo la carta, es otra dirección al a que tengo que ir. Corro hasta ella lo más que dan mis pies, tengo que preguntar a varias personas cómo llegar hasta ella porque no tengo muy claro las calles de Seattle pero finalmente llego y hay en cada farola una flecha coloreada de morado hasta una tienda de mascotas; nerviosa por todo esto entro. Un hombre del mostrador se acerca a mí con algo detrás de las manos sosteniendo su mirada en la mía.
-Em.-No sé qué decir.- ¿Usted tiene algo para mí? es que bueno...me han guiado hasta aquí, no sé quién es....
Dios, creo que nunca en la vida había podido sonar tan tonta pero el muchacho no se ríe de mí, menos mal.
-No se equivoca.-Dice.-Tengo algo para ti.
Se acerca hasta una pequeña jaula dónde hay tres perritos de raza labrador y saca uno color canela, el más pequeño que había. Lo miro estupefacta, ¿es enserio?
-Para usted.-Sonríe.
Lo deja entre mis brazos extendidos junto con otra pequeña nota que lleva el perro encajado en su collar rojo. El hombre me dice que puedo venir luego a por él, porque es mío, es un regalo de cierta persona que no quiere desvelar su nombre. Pero yo creo que ya se quién es. Abro el sobre, de nuevo otra dirección pero esta vez más cercana a dónde me encuentro. El reloj ya marca casi las ocho de la tarde. Me despido y salgo por piernas hasta la nueva calle que me indica la carta. Es una floristería, una mujer mayor de la tienda me tiende una rosa roja acompañada de una sonrisa; pero esta vez no hay nota.
-¿Justin bieber ha hecho todo esto?-Pregunto ilusionada.-Sabes quién es, claro.
-No puedo desvelarte nada.-Ríe.-Pero pronto sabrás quien es.
Pongo mis brazos a cada lado de mi cintura, ahora ya no sé adónde ir. El vestido, los pendientes, el perro y ahora la rosa, ¿enserio? es que sonaba tan irreal que me estaba replanteando pellizcarme el brazo para asegurarme de que estaba despierta.
-Feliz cumpleaños.-Susurra alguien en mi oído.
Del sobresalto, giro mi cuerpo entero para toparme con unos marrones color miel enfrente de mí, lo sabía desde el principio, estaba segura de que era él. No digo nada, porque no me sale la voz ni siquiera de la emoción, sólo me limito a mostrar una estúpida sonrisa. Luego, me lanzo a los brazos de Justin.
-Gracias.-Murmuro en su oído.
Nos separamos y él me mira de arriba a abajo, la señora que me ha entregado la rosa nos mira con una amplia sonrisa. De seguro estoy colorada. Justin agarra mi mano entrelazando nuestros dedos.
-¿Vamos a dar un paseo?
Asiento rápidamente con la cabeza, tira de mí y empezamos a caminar por la amplia calle, mi amigo llega una gorra de beisbol junto con unas gafas enormes para, por lo que yo intuyo, no ser reconocido por nadie. Andamos mirando al suelo los dos, tengo tanto que decirle que no sé ni cómo empezar, no me puedo creer que él me haya hecho todo esto, el, justo él. Suspiro.
-Ese suspiro es de enamorada.-Dice apretando mi mano mientras me mira sonriendo.
Le devuelvo la sonrisa enseñando mis dientes, claro estúpido estoy enamorada de ti grito en mi interior.
-¿A dónde vamos?-Le pregunto curiosa.
-Son las ocho y media.-Responde mirando el reloj de su muñeca izquierda.-A las nueve podemos ir a tomar algo si quieres, invito yo.
-Me parece bien.
Quiero pellizcarme el brazo para asegurarme de que no estoy soñando pero aguanto mis ganas. Poco a poco vamos entablando una conversación, Justin comienza a hacer bromas, yo rio como una loca y a ratos nos ponemos serios porque la gente nos mira, no queremos llamar la atención. Finalmente cuando llegan las nueve empezamos a dirigirnos a un establecimiento que desconozco pero que mi compañero asegura ser excelente y que merece la pena ir. No queda muy lejos de donde nos encontramos menos mal.
-Enserio, podemos quedarnos en casa de Melanie.-Le digo una vez que llegamos.-No hace falta que te gastes más dinero en mí, de verdad.
-Te lo mereces.-Me responde rodando los ojos.
No discutimos más, pasamos adentro del local y hay como dos puertas, una en la que hay un especie de recibidor muy pequeño dónde no se encuentra nadie, y luego enfrente otra marrón puertecita. Justin suelta mi mano para abrirla. Pasamos a dentro, todo está en sumo silencio. Entonces de repente un montón de gente sale de detrás de varios sofás que hay, de un escenario que está montado al final de la sala y de todos los sitios posibles. La mandíbula se me desencaja.
-¡FELICIDADES VANESSA!-Gritan todos los presentes.
Un montón de globos de diferentes colores plateados comienzan a salir de la nada llenando la sala, la gente aplaude No me lo puedo creer, Justin aún permanece a mi lado sonriendo de oreja a oreja. Mi amiga Débora sale de entre todos corriendo hacia mí a pesar de unos altos tacones que viste, y me da un abrazo.
-Muchísimas felicidades cerda.-Exclama.
-Gracias, he estado toda la mañana aburrida y ahora esto.-Digo emocionada.-No me lo creo.
Se encoge de hombros mirando a mi compañero, la gente empieza a dispersarse por la sala cogiendo bebidas de una barra que hay con un camarero. Christian, Chaz, Ryan y por detrás, con una cara larga Melanie, se dirigen hacia mí para darme un cálido abrazo.
-¿Qué? ¿Te gusta?-Pregunta Beadles emocionado mientras frota mis hombros.
-Si.-Asiento.-No lo esperaba, enserio.
Justin, que tenía agarrada mi mano izquierda, la suelta y se va con varios amigos suyos de color negro que lo llaman con las manos. Después de varias felicitaciones de gente me adentro en la sala acompañada de mi amiga Debi para coger algo de beber. Una vez que estamos allí paradas tomando un licor que no recuerdo el nombre, un chico bastante delgado y algo, de piel morena, se acerca a mi amiga rodeándola por la cintura. Ella alza la cabeza plantándole un casto beso en los labios.
-Es Kian.-Me explica encogiéndose de hombros.
-Encantada.-Le digo estrechando su mano.-Ya era hora.
-Pues si.-Suspira.
Reímos, nuestros vasos se acaban así que pedimos otro. De seguro todo esto lo ha pagado Justin y por un momento me siento bastante mal; ya se lo compensaría con algo. La noche va transcurriendo, hay gente que no conozco pero que Biebs si, también hay varias chicas de mi instituto que eran buenas amigas, todo va perfecto. El mejor cumpleaños. Todos bailamos al ritmo de "We can't stop", hay varias muchachas que se atreven a subir al escenario que hay montado y hacer el llamado Twerking, dios, es alucinante.
-¡Vamos Vanessa sube!-Me grita Justin desde la otra punta.
También está bebiendo, seguro que algo más fuerte de lo que estoy tomando yo. No para de reír, le miro sonriendo pero seguidamente le saco el dedo de en medio. Los que nos han visto comienzan a  carcajear.
-¡Era una broma!-Vuelve a decirme.
Reímos. Sigo disfrutando de la fiesta, a las once de la noche entran varias personas con comida, lo que viene a ser la cena, que está deliciosa. La música resuena en mis oídos, en todo lo que llevamos de tiempo desde que hemos entrado no he hablado con Justin, a excepción de cuando me había animado a hacer Twerking delante de todos. Y realmente quería hablar con él, agradecerle por todo esto. Pero ahora mismo no sabía ni donde se encontraba. Suena Burn, la gente empieza a saltar a pesar de que acaban de comer y yo, junto a mi amiga hago lo mismo. Estoy tan cansada, el día parecía que iba a ser totalmente aburrido y ahora, me encontraba celebrando mi cumpleaños con un montón de gente, bailando y bebiendo, riendo y disfrutando. 
-Eh.-Me avisa Débora.-Por ahí viene Justin.
Volteo mi cuerpo entero y sí, en efecto lo veo haciéndose paso entre toda la gente para llegar hasta mí. No aparta la mirada de mis ojos ni un momento; mi amiga poco a poco se va yendo hacia atrás para encontrarse con su novio y bailar un poco. Empiezo a avanzar un poco hasta él para acortar la distancia. La gente que se mueve sacudiendo sus cuerpos nos obstruye el palo, pero finalmente conseguimos estar frente a frente.
-Hola.-Dice.
-Hola.-Le digo yo, sonriendo.
-¿Te lo estás pasando bien?-Me pregunta inclinándose para que pueda oírle.
-¡Genial!-Grito.-Muchas gracias Biebs.
Alzo mi mano para revolverle el pelo, entonces, me inclino para rozar mis labios contra su mejilla. Agarra mi mano fuertemente cosa que me extraña, así que me separo para mirarle frunciendo el ceño, ¿algo iba mal? Traga saliva, apretando la mandíbula, luego inspira y expira soltando todo el aire que estaba reteniendo. Me mira, la nuez de su garganta se mueve hacia arriba. Parece incluso nervioso por algo.
-¿Quieres ir a dar un paseo?-Pregunta al fin.
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Por dios, ocho paginas en el Word loco, no os quejareis de que es corto vamos. Bueno, espero que os haya gustado porque la verdad que yo creo que ha quedado bien, si, por una vez no digo que ha sido una mierda y espero que vosotras penseis igual. En el proximo capitulo creo que ya sabeis lo que va a pasar ¿no? afahjkg en fin, pero ATENCION, sólo lo subiré si en lo del link para dar RT en twitter hay al menos 22 RTs ¿si? y ya está. Un besazo muy grande, comentadme que eso siempre me anima un poco y que espero que os haya gustado chicas.
PD: SI LEÍSTE EL CAPITULO NO TE OLVIDES DE DARLE RT AL LINK QUE HAY JUSTO DEBAJO DE LA IMAGEN DE ARRIBA DEL CAPITULO. GRACIAS.
PD2: Bueno, la verdad es que las visitas ultimamente han bajado un poco y eso me deprime asi que, la verdad si pudierais de alguna forma "promocionar" la novela os lo agradeceria millones, muchas gracias.


1 comentario:

  1. Asdfghjklñ, es genial el capitulo cielo. Me encanta, de verdad.

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