Personas que sueñan conmigo:

11 de septiembre de 2013

Capitulo 25.-{Let me love you} Maratón.

*Recapitulando*
 -¿Te gusta?-Pregunta ella.
-No.-Responde duro.
-Entonces.-Exclama.- ¿Qué problema tienes? nunca antes me habías negado un polvo, a mí ni a nadie.
Abro los ojos de golpe, no me lo puedo creer que haya dicho eso y ella sabe perfectamente que yo estoy aquí. Seguro que lo ha hecho a propósito. Ahora nadie habla, Justin no responde y eso me pone nerviosa. Oigo como suelta un profundo suspiro, no sé si quiero oír lo que viene ahora.        
 -Está bien.-Dice.-Vamos a la cama.                  
Capitulo 25.-{Let me love you}
No me lo puedo creer, ¿enserio? ya no oigo nada más, sólo un fuerte portazo de la habitación de enfrente que es la de Melanie y ahora mismo creo que debo estar echando humo por la cabeza de toda la ira que mi cuerpo está reteniendo en estos momentos. Me aparto de la puerta y corro hasta el móvil que reposa en el escritorio, no sé muy bien lo que hago pero busco entre todos mis contactos de la agenda un número, por fin lo encuentro y marco, espero que me lo coja.
-¿Quien llama?-Exclama, a lo mejor no ha sido buena idea.
-¿Hablo con Steve?-Pregunto, a lo que él responde un si tajante.-Soy Vanessa Britt.
-¡Hola preciosa! ¿Qué tal?
-Bien eh.-Murmuro.-Verás me preguntaba si tenías algo que hacer, ahora.
-No, estoy libre.-Responde, genial.- ¿Quieres salir?
-Si.-Suspiro aliviada.-Estoy en Seattle.
-Genial, en ese caso podemos quedar en el parque Grench dentro de una hora.
-De acuerdo.-Acepto.-Allí estaré.
Cuelgo, estoy nerviosa porque lo que he hecho es una tremenda estupidez y ya no puedo hacer nada. Suspiro y salgo de la habitación, curiosa apoyo la cabeza en la puerta de la habitación de Melanie y solo se oyen gemidos, oh dios mío. Vuelvo a mi cuarto que está enfrente, abro la maleta rebuscando entre todas mis cosas y finalmente me pongo esto:
ffgh
Abro un pequeño estuche donde guardo el maquillaje y me doy algo de color a mi pálida cara, arreglo mis ojos y aplico algo de color a mis labios. Corre un poco de frio así que cojo mi chaqueta vaquera junto al bolso; suspiro mirándome frente al espejo, no voy demasiado provocativa pero tampoco muy informal. Me gusta. Abro la puerta y salgo por ella, Ryan, Chaz y Christian están abajo en el salón viendo un programa de televisión y cuando me ven se quedan estupefactos.
 -Chicos voy a salir.-Les informo mostrándoles una agradable sonrisa mientras camino hasta la puerta casi corriendo.
-Justin no quiere que salgas sola por ahí.-Me grita Ryan.
 -Bueno.-Elevo mis hombros.-Voy a ir con un amigo, no hay problema.
Antes de que me diga algo salgo corriendo por la puerta a pesar de los taconazos que llevo, el parque en el que he quedado con Steve no queda muy lejos así que en unos quince minutos me encuentro allí. No hay mucha gente, es la una de la noche y apenas dos personas se pasean por los alrededores, aprieto fuertemente mi chaqueta. Alguien me toca el hombro, volteo el cuerpo entero y es él, Steve.
 -Hola.-Sonríe con su blanca dentadura.- ¿Vamos? Estas preciosa.
 -Gracias, tú también.
 Agarro su brazo fuertemente y caminamos hasta su coche que no queda muy lejos de nosotros, subo a su lado y nos dirigimos hasta un club que no queda muy lejos del parque. Cuando llegamos un hombre grandullón que vigila la puerta de entrada nos deja pasar a pesar de toda la enorme cola que hay, a lo mejor es amigo de Steve y por eso nos ha colado. En fin, cuando entramos hay un montón de gente bailando en la pista  al son de la música y me encanta, Steve agarra mi cintura arrastrándome donde todos mueven sus cuerpos siguiendo el ritmo; bailamos totalmente pegados y no estoy roja, no me avergüenzo. Sonrío. Así me podré olvidar de Justin aunque sea por unas horas.
-NARRA JUSTIN-
Acaricio el hombro desnudo de Melanie, que tiene su cabeza reposando en mi pecho. Se inclina y me da un rápido beso en los labios. La sábana de la cama cubre nuestros cuerpos.
-Ha estado bien.-Murmura estirándose.
No respondo, porque yo no sé si he sentido eso, en realidad no ha sido como otras veces en las que lo hemos hecho. Sacudo la cabeza, no quiero pensar después de esto. Estiro mi mano  y saco del bolsillo de mi pantalón un paquete de tabaco, saco un cigarrillo de ahí y lo enciendo, soltando pequeños círculos de humo por mi boca que se pierden en el aire de la habitación. Alguien llama a la puerta.
-¿Justin?-Es Chaz.- ¿Puedo pasar?
-¡Espera!-Le grito.
Melanie y yo nos tiramos corriendo a por nuestras ropas, me coloco los boxers junto con los pantalones negros vaqueros mientras mi compañera se coloca un corto vestido con la ropa interior y finalmente, abro la puerta.
-¿Qué ocurre?-Pregunto arreglándome el pelo.
-Vanessa se ha ido.-Dice, a lo que yo frunzo el ceño intrigado.-Con Steve.
-¿Qué?!-Exclamo.-Dios, es una jodida perra, ¿a dónde ha ido?
-No lo sé.-Se encoje de hombros.-Hay que ir a buscarla.
-Os dije que no la dejarías salir.-Le grito.-Para una cosa que se os dice y no la hacéis joder, ¡tan difícil era!
-¡Dijo que se iba con un amigo!-Exclama defendiéndose.-Pero se dejó el móvil y vimos un mensaje de Steve, entonces supimos que se había ido con él.
Se me congela la sangre, no me lo puedo creer. Si ese hombre estaba aquí también estaría Andrew y no dudaría en matarla o torturarla para decirle dónde me encuentro yo o sacarle cualquiera información. Una llama de fuego sube a través de mi espina dorsal llena de ira, pero no puedo perder los estribos ahora. Respiro hondo cogiendo aire por la nariz y expulsándolo por la boca lentamente cerrando los ojos.
-Cojo las llaves del coche y vamos.-Digo decidido.
Salgo del cuarto de mi compañera Melanie y bajo las escaleras que dan al piso de abajo casi saltándolas de tres en tres, ¿cómo había podido ser tan estúpida? atravieso el salón sin perder ni un segundo, cojo algo de dinero junto con las llaves del coche y salgo por la puerta sin esperar a nadie. Monto en el coche lleno de furia y conduzco hasta un club no muy lejano de aquí, Andrew y sus esbirros suelen ir a veces por allí.
-Estúpida.-Murmuro para mis adentros.
Golpeo el volante con frustración y llego al local, bajo enseguida y entro en él por la puerta trasera que siempre está abierta pero nunca nadie vigila. Hay demasiada gente, todos bailan en la pista de abajo mientras yo observo desde arriba, las luces cambian de colores en apenas segundos y así es más difícil poder encontrarla si está aquí; alguien me toca el hombro.
-¿Eres Justin Bieber?-Pregunta una chica, a lo que yo asiento.-Déjame tomarme una foto contigo.
Agarra mi brazo y saca el móvil de su bolsillo, enciende la cámara apuntando a nuestras caras y un flash me dispara en la cara, se separa dándome las gracias y se va hacia abajo. Seguro que ahora le contará a sus amiguitas que Justin Bieber está aquí y eso se extenderá como la pólvora hasta que todos lo sepan y se lie una buena, tengo que darme prisa. Otras dos chicas se me acercan para tomarse varias fotos, no me quejo y poso para ellas, después rápidamente me coloco la capucha de mi sudadera y bajo hasta la pista. Hay una chica bailando no muy lejos de mí, creo que es ella, si, es Vanessa, joder por fin. Corro hasta ella y la agarro del brazo atrayéndola suficientemente cerca para que escuchara mi acelerado corazón, y yo el suyo.
-¿Qué mierda haces?-Gruño.
-Bailar, ¿no ves?-Responde divertida.
-¿Dónde está Steve?-le pregunto.
-Ha ido a por bebida, pero volverá enseguida.-Ríe.-Él al menos me hace compañía mientras tú estás en la cama con tu amiguita Melanie.
-Estas borracha.-Niego con la cabeza.-Venga, tenemos que irnos.
Tiro de su brazo pero ella hace fuerza para soltarse. Esto iba a ser mucho peor de lo que yo esperaba. Miro entre la multitud por si diviso a Steve venir pero no lo reconozco entre todos, no quiero pelear con él ahora mismo cuando hay gente que sabe que estoy aquí.
-Quiero bailar.-Exclama enfada como una niña pequeña.
Me paso las manos por el pelo, exasperado ya, agarro su brazo fuertemente y la saco de la pista de un tirón, me mira con el ceño fruncido pero no le digo nada, simplemente corro con ella hasta la salida trasera. Para mi sorpresa, hay como seis paparazzis con cámaras y micrófonos esperándome ansiosos por preguntarme, pero no pierdo tiempo y esquivándolos consigo llegar hasta mi coche, meter a Vanessa dentro que no es tarea fácil y arrancar rápidamente. Por supuesto todo esto saldrá mañana en los periódicos, genial.
-Steve me estará buscando ahora mismo.-Se queja.
-Sí, para llevarte con Andrew y matarte.-Le respondo girando el volante.- ¿Cómo puedes ser tan estúpida?
-¿Perdona?-Exclama-¿Y tú que eres? ah sí, ¡un asesino!
Freno el coche, me giro para mirarla y sus ojos están brillosos por las lágrimas que se le están acumulando.
-Como vuelvas a llamarme asesino.-Gruño.-Juro que te dejo en mitad de la carretera y me importa una mierda lo que te pase, ¿entendido?
-¡Mejor que estar contigo sería!-Grita enfurecida.- ¿Sabes lo que te digo? que me bajo ya.
Se gira desabrochando su cinturón a la velocidad de la luz y casi sin darme tiempo a reaccionar abre la puerta del copiloto y sale disparada corriendo hacia la oscuridad sin mirar atrás. Maldigo interiormente por mis palabras y quito las llaves del coche para salir a buscarla, no llevo ninguna linterna ni nada así que me tengo que guiar por la luz que me proporciona el móvil. 
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