RT AQUI PARA EL CAPITULO POR FAVOR, ES PARA SABER YO QUIEN LEE LA NOVELA Y SI MERECE LA PENA SEGUIRLA, CADA CAPITULO ES UN RT DISTINTO:
*Recapitulando*
Ruedo los ojos mientras nos alejamos y cojo mi peluche.
-Gracias Biebs.-Me pongo de puntillas de beso su mejilla.
-De nada.-Sonríe y me agarra fuertemente por la cintura.-Te…quiero.
Vuelvo la cabeza, ¿enserio acaba de decir lo que creo que he oído? Creo que el corazón se me ha salido del pecho, ha ido a la luna dando dos vueltas y ha vuelto hacia mi otra vez, ¿me ha dicho que me quiere? Bueno, como amigos claro, pero nunca me había dicho eso por lo que me sorprende. Y no me he enrojecido, le sonrío mostrándole mis blanquecinos y delineados dientes, aferrándome un poco más a él. Cualquiera podría pensar que éramos una pareja.
-Yo también.
Capitulo 22.-{Let me love you}
-¡Estoy agotada!-Exclamo tirándome en plancha
de espaldas a la cama.-Me lo he pasado genial.
-Me alegro nena.-Musita Justin mostrándome
una sonrisa mientras se quita la chaqueta negra de cuero depositándola en la
silla de la mesita.
Como ya es prácticamente de noche, cansadísima
me incorporo quitándome las zapatillas junto con los calcetines. Luego espero
para que Justin se salga de la habitación y así poder quitarme la ropa completamente
hasta ponerme el pijama que Melanie me ha prestado, aun seguimos en su casa.
Como no sé que hacer y tampoco tengo sueño decido bajar hacia abajo para estar
un rato aunque sienta que sobro.
-¿Qué hacéis?-Pregunto cuando llego a su
altura.
-Ver la tele.-Responde Christian encogiéndose
de hombros.
Dirijo la vista hacia la pantalla, donde
están transmitiendo una película que parece ser de terror. Decido sentarme con
ellos entre Ryan y Chaz, los dos chicos son muy simpáticos, las pocas veces que
he hablado con ellos realmente me han hecho reír o no sentirme incomoda. Al
poco rato entra Justin en la sala, ni siquiera me he dado cuenta de que no
estaba presente; se sienta al lado de Melanie con el teléfono en la mano.
-Mañana tengo que dar un
concierto.-Bufa.-Acaba de llamarme Scooter.
-¿Aquí en Seattle?-Pregunto, incorporándome
un poco en el sofá.
-Si, han reforzado la seguridad y mi
manager dice que un concierto no hará daño a nadie y además, nos sentará bien a todos.
-Guay.-Asiente Melanie.-Pero te
acompañaremos por si acaso.
-¡Eso estaba claro!-Exclama Ryan, sacándose
una pistola de nosé donde y depositándola en la mesa justo delante de mis naries.
Vaya, me sorprendo. Nunca imaginaba que
eso iba a suceder pero bueno, ya había visto a Justin con un revolver así que
tampoco tendría que sorprenderme esto pues eran sus amigos, pero igual a mi
nunca me han gustado las armas, recuerdo que cuando era pequeña mi padre salía
de caza con unos amigos y tenia un armario especial para guardar todo lo que se
llevaba, una vez conseguí la llave de la puerta y al abrirla me encontré con un
montón de artilugios para matar ciervos, pájaros, conejos etc., entonces el
oportuno de mi padre me pillo allí y por supuesto, recibí una buena regañina
por su parte y me dijo que las armas nunca eran buenas y que él solo usaba esas
cosas para cazar pero que había gente que las usaba para matar a otras personas
y que era un delito. Desde ahí no volví a tocar ni ver ninguna, hasta ahora.
Sacudo la cabeza, odio estos recuerdos.
-¿Te pasa algo?-Me zarandea Chaz.
Niego con la cabeza silenciosamente, para
enseguida levantarme transpuesta por mi nube de pensamientos y recuerdos. Giro
la cabeza para oír de qué están hablando Christian, Melanie y Justin pero
apenas puedo enterarme bien porque sus voces son apenas unos susurros.
-Buenas noches.-Digo cabizbaja.-Me voy a
dormir.
Todos los que están presentes se despiden
con un movimiento rápido de mano acompañada de una sonrisa que me hace esbozar
otra a mí. La única que me ignora es Melanie pero tampoco lo tengo mucho en
cuenta pues con lo que me dijo esta mañana en la cocina ya tenia claro que no íbamos
a congeniar demasiado bien. Empiezo a notar que sobro allí, así que rápidamente
me encamino hacia las escaleras, subiéndolas dando pequeños saltitos.
-¡Vanessa!-Oigo que me llaman; volteo
frunciendo en ceño.
-Esta noche hum.-Empieza Justin,
arrastrando las palabras lentamente como eligiendo la correcta una por
una.-Vamos a salir, si llaman a la puerta no abras, tampoco cojas el teléfono,
nada ¿entendido?
Asiento con la cabeza despacio
entrecerrando los ojos, antes de girarme para ir hasta la habitación donde me
estoy quedando veo como poco a poco la mano de Melanie va moviéndose desde la
rodilla de Justin hacia arriba cada vez más. ¡Pero idiota! No te quedes
mirando, grita mi mente sacudiéndome. Tiene razón, intento hacer que no he
visto nada olvidando por completo esa imagen de la que solo yo me he percatado
y subo hacia arriba todos los escalones, saltando los dos últimos enfurecida,
con un calor ardiente subiendo por mi espina dorsal. Nunca me había sentido así
por nada ni por nadie, nunca en la vida me había sentido tan enfadada.
Son celos, estupida, vuelve a hablar mi mente. Exclamo un "ogg" de frustración
que solo yo y mi mente enfurecida podemos oír y entro en la habitación dando un
portazo que posiblemente haya retumbado ahí abajo. Me tumbo en la cama en
plancha con la cara pegando a la almohada, luego como no puedo respirar bien
quedo de lado mirando hacia la ventana abierta, y sin nada que hacer empiezo a
mirar al cielo con la esperanza de ver alguna estrella fugaz o algo que me de
un poco de esperanza en algo, no sé.
-NARRA MELANIE-
Por fin, después de que esa mocosa se
hubiera dormido y Justin estuviera seguro de que estaba bien nos encaminamos
hasta las afueras de Seattle donde se encontraba el magnifico almacén de Andrew
y sus esbirros. Aparcamos el coche de Ryan detrás de unos árboles donde nadie
lo puede ver y en silencio, haciendo señas vamos caminando lentamente sin pisar
ni una hoja ni un palo, ni nada que provocara el más mínimo ruido para no
llamar la atención de los dos hombres gordos que están custodiando la entrada
al almacén. Yo tengo que ir por detrás junto a Christian para vencer a los de
la puerta mientras Chaz, Justin y Ryan se esconden en las proximidades de allí
para entrar adentro y acabar con todo. También habíamos puesto bombas alrededor
esta mañana mientras Justin se había llevado a Vanessa distrayéndola de toda
esta mierda que teníamos encima, ahora teníamos diez minutos y medio exactos
para salir de allí, o de lo contrario volaríamos por los aires.
-¿Sabéis el plan no?-Susurro a lo demás.
Todos asienten, chocamos nuestras manos deseándonos
suerte y yo junto a Christian me encamino por detrás del almacén con todo el
sigilo posible mientras los otros se quedan en unos arbustos cercanos. Reviso
mi pistola, está cargada y llevo más balas por si acaso en el bolsillo. Vamos
hasta atrás, atravesando el lateral de la caseta entre los árboles; uno de los guardias se
gira hacia nuestra posición pero simplemente es por una bandada de pájaros que
han salido de sus nidos provocando ruido.
-Que susto.-Suspira Christian
aliviado.-Bien, tú el de la izquierda y yo el de la derecha.
-Guay.-Asiento.
Los dos sacamos a la vez la pistola,
posiblemente a lo mejor ni la necesitamos porque necesitamos reservar todas las
balas posibles para cuando entremos allí adentro. Los dos porteros empiezan a
hablar animadamente olvidando el por qué están ahí y entonces es justo cuando
Christian y yo intercambiamos unas miradas, contamos a la de tres sin perder el
contacto visual ni un milisegundo y corriendo, nos lanzamos hacia los dos tipos
por detrás. Yo le propino una pata en la cabeza al hombre de la izquierda tirándolo
al suelo, Christian en cambio sin calentarse mucho le propina un disparo en el
pecho matándolo. Tampoco podíamos hacer mucho ruido o saldría la gente que
estuviera adentro, así que me subo a horcajadas sobre la espalda del hombre que
está en el barro inconsciente, coloco la pistola en la cabeza y disparo sin
pensarlo, llevo haciendo esto tanto tiempo que ahora ya no me dolía el corazón
ni el alma de haber matado a un hombre, simplemente sonreía victoriosa.
-Justin, Ryan y Chaz están dentro.-Dice
Christian.-Vamos.
Agarra mi mano fuertemente para
levantarle de una y corremos hacia dentro, si pensaba que era simplemente un almacén
pequeño no tenia ni la más remota idea. Era jodidamente grande, con unas
escaleras hacia abajo que llevaban al subsuelo. Hay tres tipos tendidos en el
suelo boca bajo junto con rastros de sangre, ¿Dónde demonios se han metido los
chicos? Christian parece leerme el pensamiento y me responde encogiéndose de
hombros. Oímos un ruido proveniente de abajo, recuerdo las bombas, apenas nos
quedarán unos escasos tres minutos para salir.
-Prepárate.-Le ordeno a mi compañero.
Sacamos nuestras armas apuntando a la
escalera subterránea pero enseguida las bajamos cuando oímos la voz de Justin,
cabreada, pero su voz. Esperamos un poco, y cuando lo vemos él lleva a un tipo
cargado en sus hombros, Ryan y Chaz le ayudan un poco mientras sostienen con
sus manos varios maletines. Arrugo la frente frunciendo el ceño, confusa por
esto, pero nadie dice nada.
-Hay que salir ya.-Grita Bieber.-Yo me
encargaré de matar a este hijo de puta.
Quiero hablar pero todos sabemos que
cuando Justin está así es mejor callarse, seguir sus órdenes sin ninguna queja
y asentir con la cabeza. Un minuto. Empezamos a correr, la puerta no está tan
lejos así que enseguida salimos alejándonos de allí para que cuando explote el almacén
no nos cause ningún daño.
-Por aquí.-Indica Justin señalando hacia
unos árboles.
Todos vamos detrás de él, entonces para
de golpe y tira al hombre que llevaba a sus espaldas con suma frialdad. Lo coge
del pelo levantándolo, haciéndolo mirar para el almacén, todos intercambiamos
unas miradas.
-¿Lo ves?-Gruñe.-Pues ahora todo eso será
polvo, igual que tú.
Y en cinco segundos exactos, las bombas
explotan haciendo volar todo por los aires, algunos trozos de madera caen a
nuestro alrededor pero sin rozarnos y mis oídos pitan por el tremendo ruido
aunque no los tapo, estoy acostumbrada.
-Perdóname, por favor.-Suplica el hombre retorciéndose
del brazo de Justin.
-Ah.-Arquea una ceja.-Tú has dañado a mi
chica, debes pagar por ello.
-No la maté.-Susurra, pues el agarre de
mi amigo es tan fuerte que apenas le deja respirar.-Por favor.
-Pero querías hacerlo.-Gruñe en su
oreja.-Adiós amigo.
Sin más preámbulos, aprieta el gatillo de
la pistola que está en la cabeza del hombre y se oye un sonoro ruido. Lo ha
matado. Ese debería ser el tipo que le rajó a Vanessa la pierna, lo pienso y un
escalofrío recorre mi cuerpo, la podría haber matado. Pero no siento ese escalofrío
por ella, sino por Justin, sé que le importa no querría verlo deprimido otra
vez más. Vendería mi alma al diablo por no haberle visto tan hundido con lo de
Sandy.
-Abriremos esos maletines cuando estemos
en casa.-Dice Ryan sosteniendo uno por los aires.-Son las dos de la mañana
¿Quién se apunta a ir de copas?
-Tío, estoy lleno de sangre del
gilipollas este.-Carcajea Justin, como si esto simplemente hubiera sido robar
un caramelo de una tienda o algo cotidiano.-Además, mañana tengo un concierto.
Nos contagiamos todos de las carcajadas
de Ryan y Justin y empezamos a reír en medio de aquel sitio realmente tan
solitario. Pero entonces, nos callamos de golpe, no soy la única que ha oído un
ruido extraño cerca de nosotros, a lo mejor es una ardilla pienso, pero ese
sonido es demasiado sonoro para tal animal pequeño. Las hojas secas que hay en
el suelo de nuestra izquierda empiezan a crujir, saco mi pistola aún casi
cargada y apunto mientras una gota de sudor cae por mi frente. A lo mejor nos
han tendido una trampa, a lo mejor estamos rodeados sin escapatoria. Pero para
mi y nuestra sorpresa, una chica de mediana estatura, pelo largo cobrizo y ojos
color chocolate aparece de ahí, con el rostro totalmente pálido y unas lagrimas
cayendo por sus mejillas congeladas del frio. Vanessa esta aquí.
-Jodida mierda.-Oigo gruñir a Justin
detrás de mí.
Todos guardamos nuestras armas despacio,
ella solo mira con las manos en el pecho mientras las lagrimas abundan en sus
ojos abiertos como si de platos se tratasen.
-Lo has matado.-Susurra quebrada,
señalando al hombre del suelo y mirando a Justin como si él se hubiera
convertido de repente en una criatura de cuentos de terror y estuviese
dispuesto a matarla a ella también.
-Oye escúchame.-Empieza a hablar Justin acercándose
a ella.
-No.-Exclama Vanessa alzando sus manos en
el aire.-No me toques.
-Ese tipo había intentando matarte hace
dos días si mal no recuerdo.-Dice Justin defendiéndose.-Por favor.
Da otro paso más con la mano hacia
adelante, pero ella se aleja inténtanos reprimir un sollozo. Esto va a ser la
cosa más jodida que he visto nunca digo en mi interior, suspirando me voy al
lado de mis tres chicos que se miran entre ellos sin saber que hacer para
ayudar a nuestro compañero o a la chica.
-Vanessa.-Reclama Justin.
-¡No me toques!-Grita.- ¡Eres un asesino!
Quiero irme a casa con Debi, no quiero estar aquí más esto ha sido un error, no
debería haber ido a esa sesión fotográfica y tu no deberías haberme acompañado
a casa.
-¡Y tú no deberías haber venido aquí
metiendo tus narices en donde no te llaman!-Exclama Justin exasperado.
Si ella le dice algo más, esto podría salir realmente mal, pienso. En ese momento, todos empezamos a oír
sonidos de sirena de policía y ambulancia viniendo hacia nuestro lugar, seguramente
la explosión habrá alarmado a algunos vecinos que preocupados han llamado para
que vengan a ver lo que ha ocurrido. No podemos quedarnos mucho más aquí.
-Vamos Vanessa.-Dice Ryan abriéndose paso.-Te
llevaremos a casa.
Con sumo cuidado se acerca a ella, como
no se aparta la coge en volandas lo más rápido que puede antes de que se
arrepienta de esa decisión y la lleva hasta el coche que está aparcado algunos
pasos más lejos de nosotros. Todos en silencio le seguimos, como podemos
entramos en el vehículo y Justin se sienta en la parte de adelante para
conducir. Por supuesto nadie habla, solo se pueden escuchar los sollozos de
Vanessa angustiados y su respiración entre cortada, deprimente.
-NARRA VANESSA BRITT-
Dios mío, él ha matado a un hombre sin
mostrar sentimiento alguno, lo ha disparado mirándolo a los ojos completamente
consciente de lo que hacía, ¡incluso ha bromeado! No puedo estar con una persona así, es
un asesino. Estacionamos frente la casa de Melanie y bajamos todos en silencio,
en cuanto pongo un pie en el frio suelo corro hasta la puerta de entrada. Apenas
llevo una camiseta fina de tirantes con los pantalones de pijama, sólo quería seguir
a Justin para ver que se traía entre manos sin mucho menos pensar esto.
Enseguida Chaz corre a abrir la puerta dejándome paso, le susurro un amable
gracias y entro a dentro, sabiendo perfectamente que Justin está detrás de mí.
-Déjame en paz.-Grito.
-¡Solo quiero explicarte!
-¡Que me dejes!
Llego hasta mi habitación, bueno, en la
que de momento estoy durmiendo, y cierro de un portazo. Son las dos y media de
la madrugada, me muero de sueño y mis ojos se sienten como si de un momento a
otro fueran a explotar, igual que mi cabeza. Entro adentro de las sabanas y me
tapo hasta la cabeza, sólo quiero salir de esta jodida realidad que me está
volviendo completamente loca y desquiciada, pero lo único que consigo es
dormirme tras un buen tiempo de llanto.
Mierda. Mi puerta se está abriendo,
quiero girarme pero estoy tan cansada que apenas tengo fuerza y mis ojos
parecen estar pegados pues cuando intento abrirlos lo único que consigo es que
me ardan, seguramente de llorar. Oigo un susurro, aún medio dormida escucho
atenta.
-¿Seguro que no te va a matar?-Dice una
chica, Melanie seguramente.
-Tendría razones para ello.-Suspira
Justin, si, es él.-Buenas noches.
-Que descanses, mañana tienes un
concierto y tienes que estar al cien por cien.
Se despiden y luego oigo el gruñido de la
puerta mientras se cierra. Oh mierda, percibo como Justin se acerca hasta mí y
se sienta en el lado de la cama, quita sus zapatillas y luego creo que sus
pantalones. Me ruborizo completamente, suerte que estamos a oscuras y él cree
que ahora mismo duermo plácidamente. Abre el otro lado de la cama soltando otro
lánguido suspiro y entra en ella cuidadosamente, seguidamente noto algo agarrándome
por la cintura, son sus manos, esto se siente bien. Quiero echarlo, decirle que
se aleje de mí porque es un asesino pero en mi interior sé que no es así, que
quiero que se quede aquí y yo quiero también quedarme, pero era un asesino, había
matado a un hombre y lo único que yo podía hacer era alejarme. Volver con Debi
a casa, seguir haciendo fotos a los pájaros y dejar todo esto. Pero siendo
realistas, yo no era capaz si de alejarme de Justin ni olvidarme de él, ¿Qué me
estaba haciendo?
--------------------------------------------------------------------
Ale, yasta yasta amigos asdfgashfjkal espero que os haya gustau y todo ese rollo ya sabeis. Os tengo que decir una cosa, estoy empezando a escribir una novela para cuando termine esta, lo que pasa que no sé si hacerla de Justin o inventarme un nombre ¿sabeis lo que os digo? entonces, he puesto como una encuesta arriba que teneis que votar sobre si quereis que sea sobre Justin o no, ¿vaaaaaaaaaaaaaale? y pos eso era todo. Muchisisisimas gracias por leer, cada vez son más visitas y lo aprecio muchisimo enserio.
¡Un besazo!
PD: SI LEÍSTE EL CAPITULO NO TE OLVIDES DE DARLE RT AL LINK QUE HAY JUSTO DEBAJO DE LA IMAGEN DE ARRIBA DEL CAPITULO. GRACIAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario